Mataron a un hombre por creer que había robado: no tenía nada que ver y ahora están acusados por homicidio
El linchamiento ocurrió en la localidad de Olivera, en Luján. Jeremías Sosa, de 31 años, había viajado desde Misiones, donde vivía, trabajaba y tenía un comedor para ayudar a jóvenes con problemas de adicción.
Un estremecedor caso conmociona a Luján y a la provincia de Misiones: Jeremías Sosa fue asesinado por error a ladrillazos, palazos y patadas por un grupo de vecinos de Olivera, en la localidad bonaerense, donde lo persiguieron, lo tumbaron al suelo, lo ataron y lo golpearon hasta quitarle la vida. Según determinó luego la Policía, creían que estaba robando por la zona, pero no se lo pudo vincular con ninguna actividad delictiva.
"Querían matar a un ladrón y se convirtieron en asesinos", apuntó la hermana de Jeremías, Melanie, contra los responsables del linchamiento, quienes ahora son investigados por homicidio.
Sosa, de 31 años, era oriundo Jardín América, en el noreste del país, donde vivía y tenía un comedor en el que alimentaba a 30 jóvenes con problemas de adicciones. Además, tenía dos hijos de 14 y 3 años. Se había dirigido a la provincia de Buenos Aires para visitar a su familia y conseguir trabajo. "Tenía a su cargo obras, tenía plata, casa y auto. Él no tenía necesidad de robar, no vino a robar y no era un ladrón", detalló Melanie.
El sábado por la noche, antes de cenar con su pariente, el misionero sintió la necesidad de tomar aire. Salió de la casa a caminar y se vio sorprendido por unas motos que pasaron a alta velocidad. Según el relato, ahí entró en pánico y comenzó a correr. Esa actitud habría sido considerada sospechosa por los vecinos, que lo empezaron a perseguir.
En diálogo con Crónica, la hermana narró entre lágrimas: "Salió corriendo y pedía auxilio. Se perdió, no sabía dónde estaba. Quería que lo lleven a mi casa y lo mataron pensando supuestamente que era un ladrón".
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Una turba enfurecida, al grito de "es un ladrón, mátenlo", consiguió alcanzarlo, tirarlo al suelo y atarlo. Allí fue golpeado hasta la muerte, según declararon testigos y confirmaron efectivos policiales. "Los asesinos, los que lo maniataron, golpearon en la cabeza con un palo, con un ladrillo, a patadas... la gente del pueblo los vio y se fueron", lamentó Melanie.
El resultado de la autopsia determinó que el joven sufrió un shock neurogénico, con traumatismo grave de cráneo, debido a los golpes. Cuando llegó la ambulancia, una hora después del hecho, el misionero ya había fallecido.
La causa, que fue caratulada como "homicidio en riña", está en manos de la Fiscalía 10 de Luján. De acuerdo al medio local MercedesYA, por el momento hay tres detenidos: Lucas González Bonomo, de 23 años, Gustavo Rocha, de 49, y Alex Iñiguez, de 25. Sin embargo, serían ocho las personas involucradas en el hecho.
Según trascendió, hay un operativo en marcha para detener a Agustina Atrio, quien se sospecha participó activamente del crimen. Hasta el momento, no han logrado dar con su paradero.