La Justicia de Dolores dispuso este martes la libertad de los dos menores de edad que estaban detenidos en el marco de la causa que investiga el crimen de Tomás Tello, ocurrido el 1° de enero en Santa Teresita. La decisión se produjo después de que, en rueda de reconocimiento, ninguno de los testigos lograra identificar a los adolescentes de 16 y 17 años como parte de la patota que atacó y asesinó al joven en la localidad balnearia bonaerense. 

En el reconocimiento del lunes pasado, solicitado por la fiscal Mónica Ferre, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil dolorense, participaron cuatro testigos del ataque sufrido por Tello.

Fuentes judiciales informaron que el resultado negativo de la medida de prueba dejó sin efecto la prisión preventiva por 45 días que regía desde el jueves último sobre los dos menores, y que había sido dispuesta por la titular del Juzgado de Garantías del Menor 1 de Dolores, María Fernanda Hachman, haciendo lugar a un pedido de la fiscal.

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No obstante, más allá de su excarcelación, ambos seguirán imputados como "coautores" del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".

Además, deberán cumplir una serie de condiciones: fijar su domicilio e informarlo en caso de que lo modifiquen; presentarse en el juzgado cada vez que les sea requerido y no tener contacto entre ambos durante el proceso. En tanto, les cabe una “prohibición absoluta de portación de armas”. 

La semana anterior, uno de los adolescentes implicados había decidido prestar declaración, en la que brindó una versión exculpatoria, asegurando que no participó en el ataque, y ubicó entre los agresores a Damián "El Kope" Kopelián (de 21 años) -acusado de ser el autor de la puñalada mortal sufrida por la víctima- y Avedis Kopelían (57), su padre. En cuanto al resto de los acusados, el menor aseguró ante la fiscal que no los conocía.

El crimen de Tomás

Tello, de 18 años, fue asesinado a puñaladas en las primeras horas del 2024, cuando un grupo de personas lo atacó brutalmente.

El hecho tuvo lugar pasadas las 7 de la mañana del 1° de enero en la intersección de la calle 44 y la avenida Costanera de Santa Teresita, en el Partido de la Costa, a metros de donde Tomás se encontraba celebrando Año Nuevo con sus amigos hasta que fue interceptado por una patota que comenzó a perseguirlo y agredirlo con un arma blanca y golpes de puño.

Como consecuencia, el joven sufrió una herida punzocortante en el tórax, por la que fue trasladado de urgencia al hospital, donde falleció poco después.