En sus reuniones en las diferentes provincias, los gobernadores le dijeron a Macri que dudaban de su capacidad para avanzar con las reformas que el oficialismo busca promover debido a que no tiene mayoría en ninguna de las cámaras. La decisión de Pichetto, además de intentar aplacar el humor de los mercados, apunta justamente a que el Senado se convierta en un espacio de gobernabilidad para las reformas estructurales en las que busca avanzar el Gobierno y frente a las cuales Pichetto ya adelantó que actuará siguiendo al pie de la letra las órdenes del Poder Ejecutivo, algo que Cornejo no podía prometer.