Hoy mucha gente recibió emails de AFIP donde se informa que a la agencia “le llama la atención” que, teniendo un nivel de ingresos considerado altos, no tengan empleados domésticos a su nombre, por lo que “presume” que están teniendo sirvientes en negro y los intima a blanquearlos o, en caso de no hacerlo, a afrontar las consecuencias. 

La notificación está tan mal a tantos niveles que estoy horas después esperando que haya una declaración diciendo que fue un error o que era un borrador en un brain storming. Pero no, así funciona este gobierno en su talón de Aquiles que es el déficit fiscal. Por empezar, por la “presunción clasista” cuasi teatral que toda familia de ingresos medios-altos usa mucamas. Pero lo que sorprende es el tenor de la carta: “Nos llama la atención”; como si lo estuviera diciendo Bruce Willis fumándose un pucho mientras mira fijo al narco que cayó en la comisaria a su cargo en Brooklyn.

"El sistema impositivo argentino es un laberinto delirante que impide que alguien de bien pueda sacar una rentabilidad de un negocio"

Y ese tenor demuestra desesperación, inexperiencia y burbuja. Pero la culpa no es del infra-calificado que decidió proceder con la misiva sino con el sistema impositivo que destruye a Argentina hace tantos años. Un mundo desquiciado donde nadie tiene idea de la cantidad de impuestos y regulaciones vigentes. Un laberinto delirante que impide que alguien de bien pueda hacer un negocio para sacar una rentabilidad “blanca” simplemente porque el sendero de la transparencia se bifurca para terminar en el medio de la nada. Como las rutas de Néstor.

En EE. UU., y más precisamente en Florida, una sociedad anónima -por ejemplo, la mas común que es la LLC, Limited Liability Company- se hace en cinco minutos online. Lo que más tiempo lleva es en poner los números de la tarjeta cuando la pagás. El procedimiento para crear una LLC ni siquiera exige un DNI o pasaporte del accionista. Sólo un domicilio, para el cual ni te piden prueba que sea tuyo o que al menos pagues la luz. 

Esto no sucede porque los estadounidenses sean ingenuos y mucho menos innatamente honestos, sino porque jurídicamente, culturalmente e incluso religiosamente, se prioriza la “buena fe” del ciudadano por sobre la presunción de que es un delincuente como dicta el derecho francés al que Argentina lamentablemente adhirió hace siglos.

Esta concepción libertaria que permite que cada uno haga lo que quiera mientras no viole la ley, queda muy bien en el espíritu jurídico argentino, pero está, de facto, anulada por miles de “presunciones”. Y ésa es la principal razón de la quiebra del país en este mundo ultra-globalizado, masivamente ultra-capitalista y, por tanto, liberal. 

La adhesión de Argentina al derecho francés es la principal razón de la quiebra del país en este mundo liberal.  

Está comprobado que los niños que crecen sin que los dejen ser, cuidándolos las 24hs y persiguiéndolos para que no se lastimen, suelen resultar de adultos unos impecables salames. En una administración estatal pasa lo mismo.

Incluso Francia que es el creador no-soviético del estado vigilante y de las millones de regulaciones por agencia, hace décadas que tiene presidentes que fracasan en su intento de desenredar el nudo que los hunde en la irrelevancia comercial mundial. La decadencia francesa no sólo es notable por su guerra santa interna, sino por la mugre que se ve cuando se entra desde España, Alemania o cualquiera de sus vecinos. Un país devorado por el estado. Como Argentina, su discípulo.