Después de casi dos años de proceso y con 277 testigos citados, este miércoles se inició el juicio oral por el intento de magnicidio contra la exvicepresidenta. En ese marco, uno de los tres acusados, Fernando Sabag Montiel, declaró ante el TOF 6 de Comodoro Py y admitió: "Yo la quería matar a Cristina Kirchner y Brenda Uliarte quería que muera".

"Si bien en los chats decía que quería hacerlo, yo nunca le dije o le ordené que lo haga. Nunca le di el arma para que lo haga. Ella quería ser más una espectadora del momento que una partícipe", agregó con respecto a quien era su pareja, que lo acompañó aquella noche en las inmediaciones de la vivienda de la exmandataria en el barrio porteño de Recoleta.

Por otra parte, afirmó que "el atentado fue con un fin personal" y no para "beneficiar a ningún sector político". "Tiene que ver con que yo creo que yo soy el resultado o el factor de muchas fallas de la Justicia", sostuvo sobre las razones del ataque.

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En este sentido, advirtió: "Si bien es por decisión propia, estoy acá también porque una parte de la Justicia argentina no funciona. Entonces me cargué una mochila en la cual realmente traté de pagar el precio de lo que otros no hicieron".

A su vez, tildó a la exvicepresidenta de "asesina" y la acusó de llevar al país "a la inflación". "En lo personal, me sentí humillado porque pasé a ser un vendedor de copitos", resaltó.

Además de Sabag Montiel, quien gatilló el arma, por el intento de asesinato a Cristina Kirchner ocurrido el 1° de septiembre de 2022 están imputados Brenda Uliarte -su pareja y quien lo acompañó aquella noche- y Nicolás Carrizo.

Sobre su relación con este último, apuntado como el jefe de los vendedores de algodón de azúcar, señaló que "fue breve, fugaz y corta", y detalló: "Lo conocí en una fiesta y solo tuvimos cuatro o cinco meses de vínculo laboral".