Inversores y empresas offshore: ocho claves del escándalo de los Paradise Papers
El escándalo de los Paradise Papers salpicó a empresarios, políticos y hasta a personajes importantes del mundo del espectáculo. Por eso, es necesario bajar a tierra el caso de las filtraciones para poder comprender el tema.
En principio, resulta clave explicar en qué consiste este nuevo robo de información confidencial que ha trascendido en la prensa como "Paradise Papers”; y comprender las múltiples razones por las cuales una gran proporción de los fondos de inversión se establecen en jurisdicciones offshore.
El ICIJ (Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación), responsable de la difusión de información que trascendió en la prensa como "Panama Papers”, había adquirido una nueva base de datos robada, similar a la que filtró el año pasado de Mossak Fonseca. La misma incluía millones de documentos robados a Appleby, un prestigioso estudio jurídico con oficinas en múltiples jurisdicciones offshore, y que, por ende, estaban protegidos por el secreto profesional.
La base de datos, en principio, incluiría más de siete millones de documentos (incluyendo emails, documentos corporativos, estados de cuenta y contratos) correspondientes a un periodo que va de 1950 a 2016. Y que, entre las personas involucradas, aparecen políticos de renombre, artistas, empresarios de primera línea y hasta la realeza inglesa.
Una de las mayores diferencias con "Panamá Papers” es que en este caso hay unos 30,000 clientes norteamericanos. Otra diferencia importante es que Appleby es un estudio bastante más sofisticado que Mossack Fonseca, y que en muchos casos la información obtenida por ICIJ no se refería a sociedades offshore sino a estructuras de trust y a fondos de inversión.
- el hurto de datos y documentación que sufrió Appleby
- la publicación de información robada. En muchos países esto es un delito y en Argentina hay precedentes judiciales.
Eventualmente, la firma de abogados víctima del robo podrá tener responsabilidad con sus clientes por la forma en que conservó y protegió información y documentación privada.
Tal como explica el propio ICIJ, los clientes de Appleby no sufrirán cargos en su contra ya que el uso de jurisdicciones offshore no es un delito en sí mismo. Claro que incluyen este disclosure más que nada para protegerse, pero luego no actúan en consecuencia y ensucian a individuos y empresas sin pruebas y – en muchas ocasiones – sin entender el significado de los documentos que llegaron a sus manos.
Muchos de los documentos robados corresponden a fondos de inversión offshore. A pesar de que desde ICIJ buscan presentar el hecho como algo sospechoso, no hay nada más alejado de la realidad.
Existen múltiples razones por las cuales alguien puede querer domiciliar su fondo de inversión en lo que, habitualmente, se conoce como "Jurisdicciones Offshore"; y no todas apuntan a evadir impuestos u ocultar la identidad de los inversores.
Es importante destacar que estas jurisdicciones no promueven la evasión fiscal, sino que ofrecen "plataformas de inversión neutras". Además todas las offshore líderes mundiales han sido las primeras en adoptar el estandar de "intercambio automático de información financiera promovido por la OCDE".
Los fondos de inversión necesitan levantar capital, y el capital es lo más averso al riesgo que existe. El capital siempre busca seguridad jurídica y eso es algo que, en la mayor parte de los países latinoamericanos, no se puede asegurar.
- Proveedores de renombre y experiencia (que va a utilizar el fondo en cuestión, los abogados, auditores, etc).
- Regulación moderna y flexible (tipos societarios que faciliten que un mismo fondo desarrolle diferentes estructuras de inversión, sin que los inversores tomen riesgos por todas).
- Precios competitivos (todo costo disminuye la tasa de retorno que recibirán).
- Buenos reguladores e inexistencia de trabas como cepos, control de cambios, etc.
Las jurisdicciones offshore, que cuentan con gran cantidad de fondos de inversión, permiten llevar adelante esos requisitos.
Los offshore se asemejan, en ciertos aspectos, a los centros comerciales, que ganan terreno frente a los locales a la calle. Es que, la concentración de expertise en un mismo lugar, lo convierte en un referente.
Éstos gestores suelen establecer sus fondos en las Islas Caimán (líder absoluto en la Industria con más de 10,000 de fondos activos) y en las Islas Virgenes Británicas (que ocupa el segundo lugar a nivel global).
Las offshore y las onshore pueden ser vehículos abiertos o cerrados. En el primer caso, los inversores tienen derecho a exigir el rescate de sus acciones a intervalos regulares y específicos, en caso de que deseen retirarse del fondo.
Los fondos cerrados son aquellos en que los inversionistas no tienen derecho a retirarse. Se suelen utilizar para proyectos inmobiliarios o emprendimientos con pocos socios que se conocen entre sí.
Los fondos abiertos varían según el background de conocimientos financieros que se exige a los inversores para ingresar y con la inversión mínima a realizar.
Establecer un fondo de inversión implica incorporar una sociedad cuyas acciones serán las que se ofrezcan a los inversores (el fondo propiamente dicho). También se elige un fund manager, que es quien determina la estrategia de inversión y la lleva adelante.
- Administrador: que procese los pedidos de suscripción y rescate. Calcula el valor de cada acción y, por ende, los feed que deben pagarse al fund manager.
- Auditor: audita, valga la redundancia, el trabajo realizado por los administradores y los estados financieros del fondo.
- Prime Brocker/Custodio: cuida los activos del fondo.