Frente a la mayor crisis hídrica de su historia, el gobierno de Uruguay instaló un sistema de 11 kilómetros de tuberías, importadas de Argentina y Brasil, con el objetivo de obtener otra fuente de agua potable.

Por medio del bombeo diario de 200.000 metros cúbicos, Uruguay busca trasvasar agua del río San José al río Santa Lucía y así responder a alrededor del 40% de la demanda total de Montevideo y sus alrededores, que son las zonas más afectadas por la crisis hídrica.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, anunció el comienzo de la obra el mes pasado, cuando declaró la emergencia hídrica. En ese entonces, adelantó que, con una inversión de 20 millones de dólares, se realizaría un embalse e instalación de cañerías en el río San José. En tanto, según Actualidad RT, las autoridades invirtieron cerca de 35 millones de dólares para llevar adelante el proyecto.

Queremos dejar claro que el suministro de agua está asegurado, después comentaremos sobre la calidad de la misma”, había expresado el mandatario en conferencia de prensa.

La sequía en Uruguay afectó la calidad del agua potable debido a que el embalse de la represa de Paso Severino, que es la fuente de abastecimiento de Montevideo y su área metropolitana, llevó a registros mínimos, lo que obligó a aumentar los niveles de sodio y cloruro para garantizar el abastecimiento del recurso.

Según el último informe de situación de emergencia hídrica, publicado el 26 de julio por el gobierno uruguayo, el promedio diario de cloro fue de entre 194 y 200 miligramos por litro, y de 144 a 148 en el caso del sodio.

El informe, elaborado en base a información de Obras Sanitarias del Estado (OSE) y del Ministerio de Salud Pública (MSP), notifica a la población sobre la calidad del agua suministrada en Montevideo y la zona metropolitana, además de brindar recomendaciones de acuerdo con la situación.

Cruces con la ONU por la calidad del agua

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó el pasado 13 de julio un comunicado en el que la calidad del agua disminuyó hasta llegar a “niveles alarmantes de salinidad en su composición”.

Como respuesta “ante las inexactitudes” del comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay señaló que “hasta la fecha los valores establecidos en la excepcionalidad no se consideran alarmantes”.

El incremento autorizado con el fin de asegurar el abastecimiento ha sido evaluado por las autoridades sanitarias y académicas; y se ha considerado que es posible que la gran mayoría de la población general, a excepción de algunos grupos especiales con mayor vulnerabilidad en el consumo excesivo de sal, pueden seguir consumiendo la misma”, aseguraron desde el Gobierno.