Un impresionante incendio afectó este martes a un avión de la aerolínea Japan Airlines, que chocó en la pista del aeropuerto internacional Haneda de Tokio con una aeronave de la Guardia Costera, dejando como saldo cinco muertos y varios heridos.

El Departamento de Policía Metropolitana confirmó la muerte de cinco de las seis personas a bordo del avión de los guardacostas japoneses, mientras el capitán resultó gravemente herido, según información difundida por la televisión pública NHK.

En tanto, los 367 pasajeros y 12 tripulantes del vuelo de línea fueron evacuados del avión, entre ellos ocho niños, precisó la agencia de noticias Kyodo. Según el Departamento de Bomberos de Tokio, al menos 17 de las personas que iban en la nave de Japan Airlines resultaron heridos.

El avión en llamas, tras el choque y explosión en la terminal aérea japonesa (Foto: NA).
El avión en llamas, tras el choque y explosión en la terminal aérea japonesa (Foto: NA).

En imágenes tomadas a las 5:47 de Argentina se podía ver al avión de Japan Airlines rodando por la pista antes de que una gran explosión dejara una estela de llamas tras la aeronave, que se detuvo un poco más adelante. La pista quedó cubierta de escombros y más de 70 camiones de bomberos se desplazaron al lugar.

Haneda es uno de los aeropuertos más transitados de Japón y uno de los dos internacionales de su capital. A raíz del accidente, todas las pistas de aterrizaje de la terminal quedaron momentáneamente cerradas.

El momento de la explosión y el comienzo del voraz incendio (Video: NHK).

El hecho se produjo en momentos de alta demanda aérea, debido a que muchas personas suelen viajar durante las fiestas de Fin de Año, sumado a los operativos de emergencia organizados para asistir a las zonas afectadas por el reciente terremoto que azotó la península de Noto, en el centro del país, y que causó al menos 48 muertos.

Los accidentes con aviones de pasajeros son extremadamente raros en el país asiático. El más grave ocurrió en 1985, cuando un avión de la misma Japan Airlines se estrelló entre Tokio y Osaka, provocando la muerte a 520 personas, en una de las peores catástrofes aéreas del mundo.