“El Presidente y el Vicepresidente abandonaron sus funciones. El caso obliga a activar la sucesión presidencial. Asumo de inmediato la presidencia del Estado prevista en el orden constitucional. Me comprometo a tomar las medidas para pacificar el país”. Con esas palabras, la senadora Jeanine Añez se proclamó, de manera provisional, primera mandataria de Bolivia.

“Los parlamentarios del MAS (Movimiento al Socialismo) no se han hecho presentes para participar de las sesiones. Han manifestado públicamente su decisión de no participar”, agregó. Según mostraban las cámaras televisivas dentro del Senado, había varios asientos vacíos al momento del discurso de la presidenta provisional.

"Simplemente de transición", había definido días atrás la legisladora sobre su futuro rol. Añez ocupa el cargo de vicepresidenta segunda de la cámara Alta y, luego de la renuncia de la presidenta Adriana Salvatierra, se proclamó para hacerse cargo del Ejecutivo de Bolivia.

Según sus propias palabras, por su cabeza no pasa quedarse con el cargo. Incluso, dio una fecha tentativa de elecciones: "Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita porque el 22 de enero tengamos ya un presidente electo", expresó en la puerta del Congreso.

"Vamos a llamar a elecciones con personalidades probas, que ellos sean los que lleven un proceso electoral que refleje lo que quieren y el sentimiento de todos los bolivianos", agregó.

El camino de Añez

La senadora, de 52 años, es oriunda de la región amazónica de Beni. En 2010 fue electa para ocupar una banca en el Senado por el partido Plan Progreso para Bolivia - Convergencia Nacional. El bloque era, en ese entonces, el principal opositor de Evo Morales.

Añez nunca descartó su oposición al ahora ex presidente: "Tuvo un objetivo totalmente mezquino de querer quedarse un cuarto mandato", expresó días antes de la elección en Bolivia.

En el currículum de Añez, su paso legislativo es aún más extenso. En 2006, se desempeñó como asambleísta constituyente para la redacción de la nueva carta constitucional. También fue miembro en la comisión de organización y estructura del nuevo Estado.

"Creo que los bolivianos no merecemos esto. Le debemos certidumbre a la gente. Por lo tanto, si hay acompañamiento de las organizaciones civiles yo voy a asumir, pero si se decide otra vía u otro camino también lo voy a aceptar", dijo, entre lágrimas, la legisladora al ser consultada sobre si asumiría o no el cargo vacante.

Las líneas de sucesión en Bolivia

La Constitución boliviana establece que la sucesión del presidente recae en el vicepresidente. Sin embargo, tanto Evo Morales como su vice, Álvaro García Linera, debieron dar un paso al costado luego que las FF.AA. y la policía local presionaron para que dimitan en su cargo.

La línea continuaba con la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, quien el domingo por la noche también siguió los pasos de los líderes del Movimiento al Socialismo (Mas). Lo mismo ocurrió con el titular de la cámara Baja, Víctor Borda.

Por ende, el organigrama llegaba al cargo del primer vicepresidente del Senado, quien también decidió renunciar por el golpe de Estado. La desendencia continuó y llegó a la 2° vicepresidencia del Senado, Añez, quien sí se mostró disponible para tomar el cargo de Presidente.