Quiebre en el alto al fuego entre Israel y Hezbollah: ambas partes se acusaron mutuamente de violar el acuerdo
Las fuerzas israelíes acusan haber atacado a blancos "sospechosos" que estaban operando por fuera de la tregua, mientras que desde la agrupación chií expresaron que los israelíes "están atacando a quienes regresan a las aldeas fronterizas".
Apenas un día después de que comenzara el alto el fuego acordado entre Israel y Hezbollah en el marco de la batalla en el Líbano, las partes se acusaron mutuamente este jueves de violar el pacto y el Ejército del Estado judío informó que sus fuerzas atacaron una instalación utilizada por el grupo extremista para guardar cohetes.
Por su parte, un representante legislativo del movimiento chií afirmó que los israelíes "están atacando a quienes regresan a las aldeas fronterizas". Del otro lado, solo admiten haber apuntado a "sospechosos" de transgredir lo pautado.
En la víspera, poco después de comenzada la tregua prevista por 60 días para poner fin a más de un año de combates, Israel había advertido que mantendría su despliegue militar en el sur del Líbano.
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En las últimas horas, según reportaron medios y agencias de noticias internacionales, Israel atacó a "varios sospechosos", que aseguró que estaban quebrando el cese al fuego declarado desde el pasado 27 de noviembre, en "distintas áreas del sur libanés".
El legislador Hassan Fadlallah, del Hezbollah, acusó de manera inversa que fue el gobierno de Benjamin Netanyahu el que faltó a su palabra. Previamente, fuentes de seguridad libanesas habían expresado que tanques israelíes destrozaron seis zonas del sur, mientras que la cadena Al Jadeed precisó sobre un ataque aéreo cerca de Baysariyah, al norte del río Litani.
"El enemigo israelí está atacando a quienes regresan a las aldeas fronterizas", manifestó Fadlallah a la prensa, y añadió que "hay violaciones por parte de Israel".
Este juego de denuncias cruzadas pone de relieve lo delicado del pacto mediado por Estados Unidos y Francia y que fijó en dos meses de freno a las hostilidades con la esperanza de llegar al fin permanente.
Mientras las familias libanesas desplazadas cerca de la frontera sur intentan regresar a sus lugares de residencia, las tropas israelíes siguen desplegadas en los límites. Las fuerzas militares renovaron el toque de queda que limita la circulación de los residentes al sur del citado río entre las 17 y las 7.
La guerra en este país dejó hasta ahora un saldo de al menos 3.961 muertos y 16.520 heridos, teniendo en cuenta el plazo que va desde que empezó el conflicto bélico el 8 de octubre de 2023 hasta el pasado 26 de noviembre, último día antes de la entrada en vigencia del alto al fuego, según el balance provisional que difundió el Ministerio de Salud Pública libanés.