Preocupación en el Vaticano: un cardenal cercano al Papa confesó que Bergoglio "casi que tendrá que volver a aprender a hablar"
El cordobés Víctor Manuel Fernández descartó la renuncia de Francisco, pero destacó que, una vez que concluya su internación en Roma, deberá ser "un nuevo" pontífice, con "otro ritmo de vida y de trabajo".
Luego de cumplirse su quinta semana de internación en el Policlínico Gemelli de Roma, el Papa se encuentra "muy bien físicamente", aunque necesitará de "rehabilitación" porque tendrá que "aprender a hablar de nuevo", de acuerdo a lo informado por uno de sus cardenales más cercanos, Víctor Manuel Fernández, oriundo de Córdoba.
"Estuve en contacto y estoy contento porque yo sabía que su organismo reaccionaba de un modo o de otro, y al final tuve razón porque se encuentra verdaderamente muy bien físicamente", señaló ante los medios y advirtió que el Sumo Pontífice no tiene pensado renunciar.
"Ahora, necesita una rehabilitación porque mucho tiempo con oxigenación de altos flujos te seca todo y casi que tenés que volver a aprender a hablar", añadió "Tucho" sobre el proceso que deberá asumir Jorge Bergoglio, de 88 años, luego de sufrir una neumonía bilateral y cuatro crisis respiratorias.
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"Tiene poca fuerza en la voz y necesita de una terapia, un tiempo de recuperación de la potencia de la voz, también de los músculos, porque estuvo demasiado tiempo sin moverse... Es esta la etapa que viene ahora", aseveró.
Por otro lado, y ante la consulta de cuándo podrá regresar al Vaticano y acera de si estará presente para encabezar las ceremonias relacionadas a la Pascua, dentro de un mes, indicó que no lo sabe y comentó que, si bien Francisco "desearía volver", la recomendación de los médicos es que se recupere al 100%.
"Porque él tiene su modo de vivir, él quiere entregarlo todo y el poco tiempo que le queda lo quiere usar no para curarse. Y después, ¿qué pasa? Vuelve acá (a la Santa Sede) y no es fácil que siga los consejos", argumentó el religioso.
"Deberá ciertamente cambiar, comenzará una nueva etapa, con otro ritmo de vida y trabajo, pero no podría dar los detalles", apuntó. En ese sentido, reveló que en la previa a su internación, el Papa "no quería ir al hospital" y que sus "amigos más cercanos" debieron convencerlo.