Después de algunas conjeturas que se tejieron el viernes por la ausencia de un parte médico, este sábado el Vaticano volvió a su costumbre de emitir dos comunicados sobre la evolución del papa Francisco: el matutino señaló que "pasó una noche tranquila" y continúa "descansando", en tanto que el vespertino precisó que permanece "estable", muestra "una buena respuesta" al tratamiento y logró una "mejora gradual y ligera".

Después de que el jueves último grabara un audio dirigido a sus fieles, la Santa Sede informó el viernes que Jorge Bergoglio dejó por 20 minutos la habitación para ir a la capilla del hospital Gemelli de Roma,  donde está internado desde el 14 de febrero pasado.

"Esta mañana el papa estuvo 20 minutos en la capilla cercana a su habitación y realizó algunas actividades de trabajo", destacó el Vaticano.

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El Papa lleva 22 días de hospitalización, recuperándose de una neumonía bilateral. Es el mayor lapso de internación que tuvo que sobrepasar desde que es cabeza de la Iglesia católica. Desde el 2013 a la fecha, debió ser ingresado en el Gemelli en cuatro ocasiones, pero siempre fue por períodos cortos de tiempo. En este caso, su estado de salud tuvo al mundo en vilo.

El pasado lunes, el argentino de 88 años sufrió "dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda", causados por "una importante acumulación de moco endobronquial y consiguiente broncoespasmo", el cual había sido aspirado en ambas ocasiones.  

"Las dos crisis se produjeron por la reacción de los bronquios intentando expulsar el moco que se acumula para eliminar las bacterias", detallaron entonces. Episodios similares no volvieron a ocurrir durante el resto de la semana.