Un hecho escalofriante y escabroso se dio a conocer en las últimas horas, en Santiago de Chile, donde cámaras de seguridad mostraron a una supuesta monja trasladando por la calle una valija, que resultó contener el cuerpo de una mujer de unos 60 años. 

Poco después, las autoridades descubrieron que la víctima había fallecido hace un año aproximadamente, y que quien sería una falsa religiosa la había tenido escondida hasta esta semana, cuando decidió descartar sus restos.

En medio de esta escalofriante historia, la implicada aseguró que ella y la difunta se tenían mucho cariño y vivían en el mismo lugar. Y sorprendió al afirmar que su proceder era parte de un curioso "pacto". 

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Según informaron fuentes policiales, ese aparente acuerdo consistía en que, si una de las dos mujeres amigas enfermaba y moría, ninguna iba a denunciar ni inscribir el fallecimiento, tal cual habría sucedido. No obstante, todo quedó sujeto a análisis e investigación, mientras que podría existir la participación de una tercera persona en el hecho.

La mujer que aparece filmada caminando con la valija por la calle se llama Lorenza Ramírez y se la puede ver a las 6:32 del lunes 8 de abril, vestida con una túnica, circular por la calle los Jardines en pleno Santiago de Chile, según informó 24horas.cl.

En el video se ve como una "monja" -al menos así estaba vestida- arrastra el equipaje, sellado con plástico, que en su interior transportaba el cuerpo de su amiga Érica. Pese a sus 80 años, Lorenza arrastró la carga sin mayor dificultad, hasta llegar una cuadra más abajo, hasta Los Talaveras, para dejarla allí.

Casi 40 minutos más tarde se ve, frente a la cámara de seguridad, un recolector de basura que, según se informó, nada tuvo que ver y ni siquiera tuvo contacto ahí con la valija.

Las imágenes captadas por una cámara de seguridad (Video: captura).

El cuerpo hallado el mismo lunes fue identificado como el de Erica Fernández Mora, de 60 años, y no presentaba signos de participación de terceras personas en el deceso. Horas más tarde, Lorenza, al ser indagada tras ser captada por las cámaras, confesó que tenía un "pacto" con la fallecida, que consistía en que "si una de las dos moría no se avisaría a las autoridades".

Cabe señalar que, el Arzobispado de Santiago, aclaró que la persona que aparece en el registro fílmico dejando el cadáver en la comuna de Ñuñoa "no es religiosa" y no existen datos tampoco de que la fallecida fuera monja.