Este domingo se desarrolló en Francia el balotaje de las elecciones legislativas y, según los primeros datos de boca de urna tras el cierre de las mesas de votación, ganó la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular, mientras que la alianza de Emmanuel Macron y el partido de ultraderecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

De esta forma, los resultados iniciales dan cuenta de una reversión del escenario definido en la primera vuelta electoral del pasado 30 de junio, cuando el espacio conservador se impuso con el 33,15 % de los votos, inclinación que sostenía en las proyecciones divulgadas hasta el último día de la campaña.

Ahora, en caso de que los resultados oficiales de este domingo sigan la tendencia del boca de urna reflejado por las cuatro principales encuestadoras de Francia, el Nuevo Frente Popular obtiene entre 160 y 215 diputados y se quedará con la mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional. En tanto, el bloque de Macron logrará de 150 a 180 escaños; y la ultraderecha, de 115 a 152.

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En este marco, el líder de La Francia Insumisa -que es parte de la coalición de izquierdas triunfante según los sondeos-, Jean-Luc Mélenchon, fue el primer político en hablar tras la difusión de las tendencias y desde el restaurante La Rotonde Stalingrad en París celebró: "Nuestro pueblo ha descartado claramente la peor solución. Esta noche, Agrupación Nacional está lejos de tener la mayoría absoluta".

Además de calificar la presunta derrota de la ultraderecha como "un inmenso alivio para millones de personas que constituyen la nueva Francia", destacó la movilización electoral para "arrancar un resultado que se decía imposible".

Asimismo, en referencia a Macron, cuya alianza habría quedado en segundo lugar, sostuvo que "el presidente debe inclinarse" ante los resultados y agregó que "el primer ministro debe irse" antes de subrayar que el jefe de Estado "tiene el deber de llamar al Nuevo Frente Popular a gobernar, y está listo para hacerlo".

En el mismo sentido, señaló en su cuenta de la red social X que los integrantes del Nuevo Frente Popular "estuvieron a la altura de las circunstancias" y destacó: "La izquierda unida salvó a la República. Puede iniciar el trabajo ecológico y social que tanto necesita nuestro pueblo, nuestro tiempo, nuestro mundo, nuestra Europa".

La primera vuelta de las elecciones legislativas, celebrada el pasado 30 de junio, auguraba una victoria de la extrema derecha, por lo que Le Pen celebró en ese entonces que "la democracia ha hablado" y consideró que el triunfo de Agrupación Nacional daba cuenta de que los electores "con un voto sin ambigüedad, han mostrado su voluntad de pasar página después de siete años de un Gobierno despreciativo y corrosivo", en referencia a la administración de Macron.

De todas formas, reconoció que "nada está ganado" y, en alusión al Nuevo Frente Popular, que había quedado en segundo lugar, advirtió que "la segunda vuelta será determinante para evitar que el país caiga en manos de la coalición Nupes, de una extrema izquierda con tendencia violenta".

Por su parte, el actual jefe de Estado había pedido a los votantes, a través de una declaración escrita a la prensa, que se unan detrás de candidatos que sean "claramente republicanos y democráticos", lo que, según sus recientes declaraciones, excluiría a los aspirantes de la ultraderecha y del partido Francia Insumisa.