Un fuerte terremoto de 7.7 de magnitud sacudió este viernes a Myanmar y Tailandia, provocando la destrucción de construcciones, además del derrumbe de un rascacielos en Bangkok. Hasta el momento se contabilizaron más de 150 muertos y 700 heridos. De acuerdo a expertos, fue el peor terremoto de la zona en los últimos 200 años. 

Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo se produjo 16 kilómetros al noroeste de la ciudad de Sagaing, en Myanmar, y hubo una réplica de 6.4 en la escala 12 minutos después del fenómeno inicial.

El epicentro, con una profundidad de 10 kilómetros, fue determinado inicialmente a 22,01 grados de latitud norte y 95,92 grados de longitud este.

Los temblores también se sintieron en toda Tailandia, incluyendo la capital, en donde colapsó un edificio de 30 pisos que estaba en construcción. De acuerdo al Instituto Nacional de Medicina de Urgencia de Tailandia, fallecieron siete trabajadores, y otros 68 fueron trasladados al hospital con heridas. Aún hay 80 que siguen atrapados bajo los escombros. Había más de 400 personas en el rascacielos. 

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El terremoto causó "daños considerables" en numerosas construcciones, puentes y rutas, lo que generó que se interrumpa el transporte a través de esas vías.

Asimismo, según informó el medio Khit Thit a la agencia de noticias Xinhua, al menos 10 personas murieron cuando una mezquita se derrumbó en Mandalay tras el fuerte terremoto que sacudió Myanmar.

Por su parte, la primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, anunció el estado de emergencia en Bangkok y convocó a una reunión de emergencia para evaluar la situación.

El sismo también se sintió en China. Dos personas fueron reportadas heridas en la provincia de Yunnan, en el suroeste del país. 

Numerosos residentes de Kunming, la capital provincial, situada a unos 776 kilómetros de la frontera entre China y Myanmar, salieron a espacios exteriores o permanecieron en estos para escapar del peligro al sentir el temblor.