En medio de un clima de suma incertidumbre, los ecuatorianos decidieron este domingo quién se convertirá en el próximo Presidente de su país. Luego de que el pasado 9 de febrero, el actual mandatario, Daniel Noboa, y la candidata opositora Luisa González compitieran en las urnas y obtuviera un ajustado triunfo el oficialista, el balotaje coronó la victoria y reelección del candidato de Acción Democrática Nacional (ADN) con contundencia, pero no faltaron las denuncias de fraude y el pedido de apertura de urnas por parte de la oposición.

Según los datos oficiales, los resultados se inclinaron en favor de Noboa por más de 11%: el mandatario obtuvo el 55,87% contra un 44,13% de la postulante de Revolución Ciudadana, el partido del expresidente Rafael Correa.

Así lo consignó el Consejo Nacional Electoral (CNE) respecto de ambos postulantes, que previamente se habían medido en las elecciones extraordinarias celebradas tras la renuncia anticipada del entonces mandatario Guillermo Lasso. Ecuador entró este lunes en un nuevo período político bajo la amenaza latente del crimen organizado y de una fuerte ofensiva del correísmo, que denunció fraude y no reconoció su derrota.

TE PODRÍA INTERESAR: Otra sorpresiva aparición del papa Francisco: participó de la celebración del Domingo de Ramos

"Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas", manifestó González, quien denunció "el más grotesco fraude electoral".

En esta segunda vuelta, Noboa había sufragado alrededor del mediodía en la comuna de Olón y desde allí aseguró: "Hoy ganamos. Hoy será un día importante para la historia del Ecuador". Por su parte, la postulante opositora había hecho lo propio en la ciudad de Chone, en donde pidió a las Fuerzas Armadas y a la Policía que no intervengan "a favor o en contra" en las urnas y que "se garantice la democracia correctamente".

El actual mandatario votó en compañía de su familia (Foto: cuenta de Instagram @danielnoboaok).
El actual mandatario votó en compañía de su familia (Foto: cuenta de Instagram @danielnoboaok).

En los últimos tiempos, Ecuador se convirtió en uno de los países más violentos de América Latina. El crecimiento económico es escaso y las sequías provocan apagones que duran hasta 14 horas. De acuerdo a los datos de la Policía Nacional, tan solo en enero se registraron 731 homicidios, convirtiéndolo en el mes más cruento de tres años a esta parte.

El escenario electoral estuvo "polarizado porque la estrategia en la primera vuelta de ambas candidaturas fue la de maximizar su rendimiento electoral y tratar de ganar", había destacado el sociólogo y analista político Agustín Burbano de Lara a la agencia Xinhua, sobre una primera vuelta en la que se habían presentado 16 postulantes. "Eso hizo que el electorado restara importancia a las otras opciones y concentrara casi el 90% de la votación", agregó.

El millonario empresario de 37 años, nacido en Miami y educado en Harvard, logró vencer a su contrincante directa, la abogada y exasambleísta de 47, fiel a Correa.

El oficialista, ávido usuario de las redes sociales y cercano al círculo más íntimo de Donald Trump, declaró previo a las elecciones: "Nosotros vamos a reformar la Constitución (de 2008), vamos a refundar a un Ecuador que necesita cambio, que necesita Justicia, que necesita oportunidades laborales y conexión con el resto del mundo". 

La opositora, por su parte, que tuvo como eslogan "Luisa por la vida", también envió un mensaje similar al electorado: "Esta patria, que tiene siete millones de personas en pobreza, necesita un cambio". 

A pocas horas de conocerse el desenlace de este momento decisivo en la vida electoral de Ecuador, las principales consultoras aseguraban que la abogada tenía mayor intención de voto de cara a esta segunda vuelta, aunque con cifras muy ajustadas. En promedio, González lideraba las encuestas con el 52,9%, en tanto que el mandatario reunía el 47,1%. Sin embargo, el resultado oficial fue diferente, según el recuento inicial de los votos efectivamente emitidos.

A las urnas estaban convocados más de 13,7 millones de ecuatorianos. Los comicios volvieron a desarrollarse bajo fuertes medidas de seguridad, con un despliegue de cerca de 100.000 miembros de las fuerzas armadas, entre ellos casi 60.000 policías y unos 40.000 militares. Noboa decretó un nuevo estado de excepción para siete provincias del país y la capital, Quito, en medio del "conflicto armado interno" que rige desde hace más de un año para contrarrestar la escalada de violencia, que se ha recrudecido en este inicio de 2025 con un promedio de un asesinato por hora.