Adiós al Acuerdo de París: en qué afecta la salida de Estados Unidos y cómo volverá en caso de que gane Biden
Es clave que el país liderado por Trump, hasta el momento, forme parte del acuerdo por la cantidad de gases de efecto invernadero que emite.
Estados Unidos es el segundo país que más emisiones de gases de efecto invernadero produce detrás de China y su salida del Acuerdo de País complejiza la crisis climática. Una decisión que tomó Donald Trump y podría revertirse en caso de que Joe Biden llegue a la presidencia.
La importancia de la participación norteamericana en el acuerdo radica en que es necesario que los países que más emisiones producen se comprometan a reducirlas. El gobierno liderado por Barack Obama -con Biden como vice- fue el responsable de la firma y posterior ratificación del acuerdo.
De querer reingresar, Estados Unidos debería presentarse en la Convención Marco de Naciones Unidas en Cambio Climático y el trámite tardaría un mes. El Acuerdo de París exige a los 197 países miembros que realicen planes de acción contra el cambio climático. Esto implica la presentación, cada cinco años, de compromisos de reducción de emisiones y sobre sus esfuerzos de aplicación.
El fin primordial del acuerdo es mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por
debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y continuar los esfuerzos para limitar más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.
También los países deben aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático. A su vez, debe promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos.
Para que el Acuerdo de París sea operativo, se puso en marcha en París un programa de trabajo para elaborar modalidades, procedimientos y directrices sobre la materia.
[recomendado postid=116445]
Qué pasó durante la gestión de Trump en materia climática
La vigencia del acuerdo comenzó el cuatro de noviembre de 2016. La fecha es clave porque si un país quiere retirarse del acuerdo, debe hacerlo a partir de los tres años de la entrada en vigencia. Por eso, el cuatro de noviembre del 2019, la administración de Trump inició el proceso de salida, que dura un año y terminó ayer.
El gobierno de Trump anunció que la salida del acuerdo fue por "la carga económica injusta impuesta a los trabajadores, empresas y contribuyentes estadounidenses". Al contrario que Biden, el actual presidente prometió en su campaña electoral de 2015 tomar esa decisión si llegaba a la Casa Blanca.
Desde el vamos, Trump se burló del calentamiento global y de los defensores del medio ambiente. El año pasado, desde su cuenta de Twitter, criticó a la reconocida activista sueca, Greta Thunberg. "Qué ridículo. ¡Greta debe trabajar en su problema de manejo de ira y luego ir a ver una buena película con un amigo! ¡Relájate, Greta, relájate!", escribió.
Como era esperable, durante su gestión fueron en caída libre las políticas climáticas. Ante esa situación, las ONG, las empresas, y los gobiernos de los Estados y de las ciudades, fueron fundamentales porque promovieron medidas para el cuidado del medio ambiente.