El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, es el enlace entre los gobernadores y la Casa Rosada. Ante el acuerdo con el Fondo y el ajuste a pocos metros, la obra pública será una de las más lastimadas dentro del plan de achique que idea el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. 

El giro a las provincias está herido y llega al centro del acuerdo que se trazó con los caudillos provinciales. El recorte en cal plantea algunos enigmas en el futuro paisaje política con el FMI como articulador de la economía.

En este sentido, con la premisa de acercar a los gobernadores al discurso oficial y comprender los recortes necesarios que precisa el gobierno, Frigerio encabeza una serie de encuentros con mandatarios provinciales para explicar los alcances del ajuste en las provincias.

Hoy, por caso, el ministro de Interior, que hace poco más de un mes regresó a la mesa chica de poder y comparte reuniones estratégicas con Macri y su círculo íntimo, mantuvo un encuentro con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez. Según la versión oficial, charlaron también sobre el desarrollo del yacimiento Vaca Muerta.

Otra de las claves que Christine Lagarde le pidió a Macri en primera persona como exigencia del acuerdo fue un recorte en los gastos de las obras públicas. Es decir, menos dinero destinado a la construcción de rutas y caminos en cada una de las provincias. Allí, el gesto que esperan en Cambiemos es riesgos: la obra pública es una herramienta clave a nivel electoral.

El Círculo Rojo advirtió a la Casa Rosada por "el doble discurso” de los gobernadores que se expresan de una manera públicamente pero que actúan de otra forma en el terreno político, evitando el costo político de algunos de los temas que encara Cambiemos como, por ejemplo, las tarifas.

En los últimos diez días, Rogelio Frigerio se vio con ocho gobernadores. Y la lista seguirá en los próximos días. "Hay que usar el acuerdo con el Fondo para apuntalar el crecimiento y discutir una agenda del desarrollo", le dijo el ministro a los gobernadores con los que habló.