"La noche de 12 años": la obra de arte de una cruda historia rioplatense
12 años aislados, 12 años de soledad, de extrañar, de necesidad de contacto, de torturas, hambre y frío. 4.380 días de rehén de la dictadura militar. ¿Cómo se puede sobrevivir a semejante experiencia?
El jueves lluvioso situaba a los ansiosos espectadores, que esperaban en la puerta del Cine Gaumont, en un clima perfecto para observar el estreno del film elegido para representar a Uruguay en los Premios Oscars y los Goya. Ellos, los primeros en verla en el circuito comercial nacional, se emocionaron y confirmaron con sus expresiones que el film es más que merecedor de tal distinción.
El gran trabajo del director Álvaro Brechner se ve reflejado durante toda la obra. La tragedia angustiante se hace sostenible durante las dos horas por la impecable utilización de los tintes de humor, las visuales y una banda sonora que pone la piel de gallina en los momentos de tensión.
Antonio de la Torre, el Chino Darín y Alfonso Tort son los entrañables protagonistas que lograron interpretar la majestuosidad de los tres militantes y amigos. Aun siendo de tres países distintos (España, Argentina y Uruguay, ya que se trata de una coproducción), el vínculo en pantalla está trabajado para destacar en la simpleza de los contactos.
Basada en el libro Memorias de calabozo, coescrito por Rosencof y Fernández Huidobro, la película está construida sobre la humanidad y la resiliencia, esa capacidad del ser humano de adaptarse a las situaciones más adversas. El espíritu que nunca muere se une con las ganas de vivir, aun cuando estos tres Tupamaros sufrieron el peor calvario: el aislamiento.
El contexto histórico impacta más fuerte en la zona rioplatense y emociona aún cuando duele ver el sufrimiento interminable. Pero la realidad hace resistir a los espectadores y confiar en que ellos, que tanto vivieron, terminaron sobreviviendo y resurgieron para convertirse en grandes personalidades de la historia uruguaya.