Dos días después del primer debate presidencial y a un mes de las elecciones, Donald Trump y su esposa Melania dieron positivo de coronavirus. "Comenzaremos nuestra cuarentena", anunció el presidente de Estados Unidos en Twitter, en medio de la campaña electoral por la reelección y después de siete meses de pandemia que dedicó a subestimar al Covid-19 y se burló de su letalidad.

Los fabricantes del producto publicaron un comunicado en el que instaban a los consumidores a no beber desinfectante bajo ninguna circunstancia. Pese al aviso, los servicios de emergencia de Nueva York detectaron un aumento de intoxicaciones con el químico tras las palabras del Presidente.

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Rápidamente la comunidad científica respondió con distintos estudios que afirmaban lo contrario y demostraban que la eficacia de ese remedio no estaba probada. Sin embargo, el mandatario dijo que la iba a seguir tomando "por curiosidad".

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Se detuvo a hablar con los empleados e tomó algunos de los hisopos que se usan para muestras y simuló usarlos. ¿Cuál fue el resultado? Parte de la producción de ese día tuvo que ser destruida al haber sido expuesta a posible contaminación.

"Tengo mascarilla, tengo una aquí mismo, pero no la uso como él, que cada vez que lo ves tiene una mascarilla. Puede estar hablando, a 60 metros de distancia y lleva la mascarilla más grande que hayas podido ver", expresó a tono de gracia.

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