Las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei, que incluyen la quita de subsidios a los servicios públicos para equilibrar las cuentas, han impactado duramente en los bolsillos de los ciudadanos de a pie. 

El Gobierno decidió en los primeros meses de gestión recomponer rápidamente parte del costo de los servicios de gas, electricidad, agua y transporte público, y avanzar en regularizar los precios relativos para lograr el objetivo de equilibrio financiero.

En este sentido, la canasta de servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) pasó de representar el 6% de un salario promedio de un empleado formal al 13% en abril, según el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y del Conicet.

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Se trata de un aumento promedio de estos servicios de 241% en apenas cuatro meses, que va en la dirección contraria de la dinámica de los salarios, que pierden poder adquisitivo debido al contexto inflacionario.

De acuerdo al informe, una canasta de servicios públicos del AMBA, que incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público, pasó de costar $30.100 en diciembre a $102.779 en abril.

Además, otras tarifa como la del boleto de colectivo en el Área Metropolitana aumentó alrededor de 410%: desde $52,96 en diciembre a $270 en febrero. 

El último anuncio fue la suba de 209% en la boleta de Aysa para el servicio de agua, en un esquema que impactó directamente en el bolsillo de los hogares.

Para hacer los cálculos, el IIEP tomó en cuenta el consumo estacional típico de cada mes, que varía según la temperatura en el caso del gas y la electricidad. 

Por ejemplo, consideró un aumento de 74% en el costo de las boletas de luz de un usuario de altos ingresos (N1). El hogar pasó de pagar $12.441 en diciembre a $21.675 este mes.

En gas se estimó una suba de 561% entre diciembre y abril, ya que un usuario residencial promedio pasó de abonar $2958 a $19.567. En transporte, se calculó el gasto de dos adultos, que van a trabajar en colectivo, y el de un menor en edad escolar. En este caso, el costo para el transporte aumentó 410%, de $8024 a $40.906. 

Por último, una factura de agua de un hogar medio de la Ciudad de Buenos Aires (un departamento chico de tres ambientes), pasó de valer $6677 a $20.631 (209%).

Así, en abril, un hogar promedio del AMBA gasta $102.779 en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable en el hogar, equivalente al 13% del ingreso, cuando en diciembre era menos de la mitad (6%).