Joseph Stiglitz comienza a emerger, de a poco, como un actor importante en la reestructuración de la deuda argentina. Según apunta este viernes Marcelo Bonelli en su columna en Clarín, el premio Nobel de Economía se inmiscuyó en las negociaciones con el FMI y los bonistas privados por pedido de la directora del organismo, Kristalina Georgieva.

El periodista indicó que Stiglitz viajaría a Buenos Aires a trabajar en la parte técnica de un acuerdo con el FMI. Georgieva le habría recomendado a Alberto Fernández la necesidad de implicar al economista estadounidense en la renegociación debido a "la mala reputación" que el país posee en Washington.

En los próximos días, una nueva misión de la entidad monetaria estaría arribando al país para mantener una primera reunión de trabajo con el Gobierno. La reunión tendría lugar luego de la sanción de la Ley de Emergencia Económica, una norma celebrada por los mercados y el FMI por el amplio ajuste fiscal que proyecta ejecutar Martín Guzmán. Muestra de ello son la recuperación de las acciones argentinas en Wall Street y la baja del Riesgo País.

Stiglitz comenzó a brindar indicios de su posible injerencia en las tratativas con los acreedores este lunes, cuando publicó un artículo en el portal Project Syndicate titulado "La brillante y joven esperanza argentina". Así se refirió a Martín Guzmán su mentor. En el texto, afirma que el ministro de Economía es "uno de los principales expertos mundiales en deuda soberana, por lo que con su nombramiento se ha convertido en la persona correcta en el lugar correcto en el momento correcto".

El escrito es una recopilación de los errores cometidos por Mauricio Macri en materia económica,  pero a la vez una catarata de elogios para su discípulo. "Combina la energía juvenil con una sabiduría mucho más allá de sus 37 años", sostiene. Ayer, los colegas en la Universidad de Columbia se repartieron elogios a través de Twitter, en donde Stiglitz viralizó su artículo.

El Frente de Todos dejó en claro que uno de sus objetivos principales será pagar la deuda. El ministro de Economía cuenta con un respaldo académico en la materia. Y parece tener una bala de plata a su favor en el exterior.