Una vez finalizadas las audiencias públicas, el Gobierno nacional decidió implementar un incremento de las tarifas de gas y electricidad –16,5% y hasta 25% respectivamente– a partir de junio. Con una inflación en niveles históricos y la dificultad de la actual gestión por trasladar la recuperación al valor adquisitivo de los argentinos y argentinas, surge la incógnita de cómo le fue a los salarios respecto a los aumentos tarifarios durante lo que va del mandato del presidente Alberto Fernández.

• Tarifas. Producto de la pandemia, en 2020 –primer año de gestión– se prorrogó el congelamiento que había dispuesto Mauricio Macri el año previo. La medida duró hasta diciembre pero, un mes antes, ya se comenzaba a hablar del importante atraso tarifario. En mayo de 2021, tras el ida y vuelta entre Martín Guzmán y el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo por diferencias en torno cuál debía ser la magnitud del incremento, el Gobierno anunció una suba del 9% para las facturas de luz de Edenor y Edesur, del AMBA. En el caso del gas, fue del 6%.

En ese momento, aclararon que sería el único y último incremento del año. Ahora, casi comenzando junio –13 meses después– el Gobierno informó que en las boletas del Gran Buenos Aires el alza se verá reflejada en un 16,53%. En cuanto al gas, se anunció que los aumentos al consumidor serán de entre 18,55% y 25% dependiendo la zona del país.

Así, el acumulado desde la asunción de Fernández es de un 27% más en las facturas de luz y de entre 25,6% y 32,5% en las de gas, más allá de la eventual segmentación en la que trabaja el Gobierno. En tanto, quien pagaba $1.000 de energía eléctrica en diciembre de 2019, a partir de este mes pagará $1.270, y aquellos que destinaban $1.000 de sus ingresos al gas, llegarán a pagar hasta $1.325.

• Respecto a los salarios. Según el INDEC, los salarios totales de 2020 manifestaron una suba del 33%; en 2021, un 53,4% más; y en lo que va de 2022 –hasta las últimas mediciones de marzo–, otro 14,9%. Lo que da un acumulado de 134,4% desde la asunción de Fernández. Muy por encima de lo que se incrementaron las tarifas en el mismo período. Si se toman solo el sector registrado (+138,5%) o únicamente el informal (+116,3%) la diferencia sigue siendo marcada.

• Respecto a la inflación. Sin embargo, si se tiene en cuenta la escalada de precios desde diciembre de 2019, que fue del 123% hasta marzo, los salarios no muestran una brecha demasiado holgada. Ahora bien, el número demuestra el nivel de atraso que manifiestan las boletas de luz y de gas respecto a la variación inflacionaria en general: casi un 100% por debajo.

• Era Macri. No obstante, el atraso no es tan alarmante si se mira lo que subieron las tarifas en la gestión de Cambiemos: por ejemplo, las de energía eléctrica, entre 2016 y 2019 aumentaron en un 1.044%, en un contexto donde los salarios cayeron en un 20% su poder adquisitivo.