En sus últimos discursos frente a empresarios, el presidente Javier Milei puso como condición fundamental para levantar el cepo cambiario el hecho de terminar con los "puts", que en la práctica resulta un "seguro" que permite a sus titulares vender por adelantado un bono con vencimiento a futuro.

Si bien existen diferentes cálculos, se estima que el monto podría superar los $24 billones, los que podrían liberarse al mercado en caso de que los bancos decidieran ejercer su opción.

Los "puts" comenzaron a tener relevancia durante la presidencia de Alberto Fernández. Dado que el crédito externo estaba cortado desde hacía años y que los bancos no querían asumir los riesgos de prestarle dinero al Estado, las colocaciones de bonos comenzaron a realizarse con esta cláusula.

Entonces, por ejemplo, los bancos compraban una determinada cantidad de pesos en bonos, pero con la opción de presentarlos en el Banco Central en cualquier momento y retirarlos.

En consecuencia, este mecanismo es una "espada de Damocles" sobre el BCRA, que al no tener los pesos para responder, debiera echar mano a la emisión monetaria, con el consecuente impacto en el dólar y en los precios.

Dado que aún existe esta cláusula en bonos emitidos por el Tesoro, se mantiene el riesgo de ejecución y, por ende, no queda claro en qué momento estaría "solucionado" para que no se convierta en un problema palpable.

En más de una oportunidad, Milei le imputó al FMI que le haya permitido al Gobierno anterior utilizar esta herramienta para financiarse, dado que condicionaba la política monetaria y cambiaria futura.

En su último comunicado, el organismo multilateral reiteró que la actual administración debe avanzar en el desmantelamiento del cepo para fortalecer el proceso de recuperación económica.