Los diferentes actores que forman parte de la industria de las telecomunicaciones en Argentina no consideran como un competidor directo al proveedor de conexiones satelitales Starlink, la firma internacional del magnate Elon Musk que ya abrió en el país el período de preinscripción para adquirir sus servicios, después de que Javier Milei decretara esa posibilidad en el marco del mega DNU que firmó en sus primeras semanas de gestión.

La compañía del empresario estadounidense con el que Milei tiene buenas migas desde antes de ser Presidente, sobre todo por la coincidencia entre ambos respecto de las ideas de libre mercado, comenzará a funcionar en el segundo semestre de 2024 en suelo argentino.

En este contexto, la agencia Télam consultó a expertos en telecomunicaciones para conocer su parecer respecto del desembarco de la compañía especializada en conectividad satelital en el país en pleno gobierno libertario.

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"Starlink es una empresa que se integra a la cadena de valor de los operadores existentes", dijo el analista de Dataxis para América Latina, Carlos Blanco, quien agregó que esta y otras compañías con flota de satélites de órbita baja "traen una nueva dinámica para el sector, que está migrando de hacer foco en televisión y distribución a una oferta de banda ancha y alta capacidad".

En tanto, en un sondeo realizado por la agencia nacional entre empresas proveedoras de internet en el país, la mayoría señaló que el ingreso de la única firma extranjera mencionada por Milei al dar a conocer su decreto, “no preocupa” a quienes "tiran fibra", es decir que no ven como un competidor al prestador del servicio de conectividad satelital.

En el mercado argentino, donde la empresa estatal de soluciones satelitales Arsat opera como mayorista con satélites geoestacionarios, ya hay otras compañías que ofrecen ese tipo de conexiones con o sin satélites propios, como Tesacom, Orbith y Hughes.

En el marco de la política que anunció el flamante mandatario, se espera que otras empresas de prestación de servicios de conectividad satelital ingresen al mercado argentino, como puede ser el proyecto de Amazon y OneWeb, entre otras opciones que tienen tanto la Unión Europea como China.

Blanco explicó además que Starlink es un sistema de satélites de órbita baja y aclaró que "si bien ya existían otros, éste es de nueva generación enfocado en la prestación de banda ancha de muy alta capacidad y con precios muy competitivos para lo que es la industria satelital".

En ese sentido, precisó que a nivel global el ARPU (ingreso promedio por cliente) de la firma de Musk se ubica en torno a los 92 dólares, monto que en América Latina baja a un rango de entre 35 y 55 dólares, porque "es una compañía que se adapta al mercado" donde opera.

En la página de la compañía ya se puede reservar desde Argentina, por 9 dólares, el servicio que se prestará a partir del segundo semestre del 2024, cuya disponibilidad está "sujeta a la aprobación reglamentaria", según indican. Starlink aclaró, asimismo, que "los pedidos se completarán por orden de llegada en cada área de cobertura":

Técnicamente, el tipo de cobertura permitiría contar con el servicio en todo el país, pero todavía no hay precisiones sobre el costo del kit de instalación -que corre por cuenta de cada cliente y tiene un valor de mercado de alrededor de USD 500- y el precio mensual que regirá localmente.

Esos precios son para consumidores finales, aunque la empresa comenzó a desarrollar otras unidades de negocios, como una dedicada al mercado corporativo en la que trabaja con socios e integradores, y otra enfocada en los operadores móviles, para extender la conectividad satelital a los teléfonos celulares. En el caso de Chile, la compañía Entel de ese país ya firmó una cuerdo con Starlink para este último servicio.

"En las ciudades no hay necesidad de usar este tipo de sistemas", señaló el titular del Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (Copitec), Miguel Pesado.

Sin embargo, "para los fines productivos, para Vaca Muerta, para la Cordillera de los Andes, mares, selvas, donde no hay otra cosa o sólo están los (satélites) geoestacionarios, los sistemas de órbita baja son lo mejor", aclaró el encargado de Copitec.