Este martes, el gobierno de Mendoza firmó el traspaso del paquete accionario de la histórica Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima (IMPSA) al grupo estadounidense ARC Energy, en lo que significó la primera privatización de la gestión de Javier Milei.

La fabricante de turbinas, que cuenta con 660 trabajadores, arrastra una deuda de más de USD 570 millones, principalmente con el Banco Nación, el BICE y el BID, por lo que los inversores norteamericanos buscarán renegociar la cifra y tener un principio de acuerdo para el mes próximo. En tanto, el trato para adquirir IMPSA se cerró por USD 27 millones.

Luego de que el Ejecutivo firmara la preadjudicación de las acciones de la compañía el 8 de enero pasado, los compradores tenían hasta el 31 del mismo mes para negociar la deuda con los acreedores, pero solicitaron una prórroga.

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Para concretar de manera definitiva el traspaso, ARC Energy debía obtener la conformidad de los mismos, para así dar lugar a la adquisición y posterior negociación, según trascendió del Ministerio de Economía que encabeza, Luis Caputo. De esta manera, el contrato de compra-venta se redactó para que fuera rubricado este martes.

La empresa había pasado a manos del Estado argentino en 2021 tras una crisis financiera derivada de negocios fallidos en Brasil y Venezuela. La vuelta de IMPSA al sector privado inició en abril de 2023, cuando el directorio tomó la decisión de vender parte de las acciones.

La intención inicial era la de cerrar la operación antes de fines de 2024, pero la oferta del único grupo que se presentó al proceso de licitación, la estadounidense ARC Energy, y algunas condiciones no convencieron al Gobierno, por lo que el movimiento se demoró.

Ahora, la administración nacional en conjunto con la mendocina avanzaron con la venta de la compañía como parte de su plan de desestatización de empresas públicas. La operación incluyó la transferencia del 63,7% de las acciones que pertenecían al Estado nacional, el 21% de la provincia cuyana, el 5% de la familia Pescarmona y un 10% en manos de acreedores.