El cepo cambiario light impuesto por el Banco Central para frenar la compra de dólares generó distorsiones que los mercados aprovecharon. Gracias a la distorsión entre la cotización oficial y la paralela, renació el “rulo”, una operación financiera que daba entre 6 y 7% de ganancia por movimiento.

Nuevas restricciones para el "rulo", la operación hija del cepo light de Macri

¿En qué consistía el rulo?


“El ‘rulo’ era comprar dólares en el mercado oficial. Con ellos comprar un bono en dólares, para luego venderlo en pesos. La diferencia estaba en que el dólar oficial se pagaba 57 o 58 pesos pero cuando se vendía el bono, la cotización de venta era la paralela. De esta manera, se cobraba alrededor de 62 o 63 pesos por dólar. La operación se hacía en un transcurso de media hora, en contado inmediato, y se ganaba esa diferencia. Algunos operadores hacían el mismo movimiento varias veces en un día, con el mismo dinero, por lo que la ganancia se multiplicaba.

Para entenderlo más simple, un economista con vasta experiencia lo sintetiza de esta manera: “Hay un puesto de manzanas en una esquina y otro en la otra. En uno las manzanas valen cinco pesos más que en el otro. Un tipo va, compra la manzana en un puesto y se lo lleva al otro, que se lo compra a un precio más caro. Eso pasa porque los que pueden ir a un puesto no pueden ir al otro. Solo las personas físicas pueden ir a los dos puestos. Entonces llevan la oferta de uno al otro. Es decir, arbitran”.

Los cambios del Banco Central


“El cambio a partir de ahora es que cuando comprás dólares, tenés que quedarte con los dólares cinco días antes de poder comprar el bono. Es decir, vas a poder hacer menos rulos por mes debido a las nuevas normas”, explica Christian Buteler, analista financiero. Y completa: “La diferencia la paga el que compra el bono en pesos, que estaría recibiendo un bono dolarizado pero pagando un dólar de 63 pesos en vez de los 58 pesos a los que accedió el vendedor. El bono lo compraba el que no podía comprar en el mercado más de 10 mil dólares o las empresas. Las empresas están dentro de este grupo porque por las restricciones del Banco Central no pueden atesorar dólares”.

A los días para hacer cada operación se agregan otras restricciones dispuestas por la entidad monetaria. Se agregan 48 horas para la liquidación de compras de valores negociables y otros cinco días para volver a llevar los activos a pesos. Es decir, el rulo completo lleva ahora 12 días desde que se comienza cambiando pesos hasta que se vuelve a tener los mismos.


Un error común es suponer que el rulo era costeado por el Banco Central, que es el que vende dólares cada vez que los operadores hacían la maniobra financiera. Sin embargo, la merma es compensanda por los pesos de más que deben pagar las empresas y aquellos que acceden al bono en su cotización en pesos debido a la restricción de atesorar dólares. "En concreto, lo paga el que compra el dólar a $63 en CCL", explicó Martín Tetaz.

De esta manera, el Banco Central limitó uno de los desfasajes que generó el control de cambios. El hecho de tener que esperar cinco días para hacer la operación aumenta el riesgo de la misma, ya que está atada a los cambios en la volatilidad del dólar y el bono en cuestión.