La suba del precio de la soja permite al Gobierno controlar el dólar: ¿veranito cambiario hasta las elecciones?
El dólar blue volvió a exponer este martes tendencia alcista y fue ofrecido a $154 en el mercado paralelo, indica la foto. Una lectura rápida. Y añade: el tipo de cambio informal sumó así $1 respecto del día anterior. Sin embargo, con una visión más amplia la película marca que, en relación a los $154, el paralelo bajó desde el pico de $162 que había alcanzado el 28 de abril último. Para esa jornada, había acumulado $20 en nueve días.
Al analizar los $162 del 28 de abril contra los $154 de este martes, precio consignado por la agencia Noticias Argentinas, fueron efectivas las medidas económicas implementadas por el Gobierno para contener la disparada y sostener el nivel de reservas internacionales. Entre otras, la administración central emitió nuevos bonos y puso límites al acceso de cotitulares a la compra de moneda extranjera para formación de activos externos.
Pero el delicado equilibrio cambiario está apalancado en las divisas que ingresan al país por el aumento del precio internacional de las materias primas como la soja, que se ubica en su nivel récord de los últimos ocho años.
Esa bonanza, por ejemplo, le permitió al Banco Central de la República Argentina (BCRA) comprar más u$s 150 millones en el mercado de cambios, manteniendo la tendencia que muestra desde diciembre y que se estima seguirá al menos hasta poco después de mediados del año, en el marco de las fuertes liquidaciones del campo.
Por eso, en la “city porteña” se habla de un “veranito cambiario” que el Gobierno podría estirar hasta las elecciones de septiembre próximo.
Interna Guzmán-Basualdo
Los operadores del mercado, sin embargo, tienen un ojo puesto en lo que podría alterar la paz cambiaria: la interna en el Ministerio de Economía de la Nación protagonizada por el jefe de esa cartera, Martín Guzmán; y Federico Basualdo, uno de sus funcionarios, por el ajuste de las tarifas. Eso podría impactar si la disputa avanzara, debido a que revela un cruce de posiciones sobre la economía entre el primer mandatario, Alberto Fernández, y su vicepresidenta, Cristina Fernández.