La estrategia del nuevo presidente del Banco Central debutó con un dólar a la baja. A cambio de ofrecer tasas voladoras a los bancos a través de las Letras de liquidez (Leliq), la divisa cayó caso 3%. Aunque la respuesta obtenida fue buena, desde la entidad asumen que es una batalla día a día. Con la desdolarización como utopía de una recesión autoinflingida, se le permitirá a los bancos obtener ganancias siderales hasta fin de año.

Los principales economistas del país aseguran que se vienen días de volatilidad cambiaria. Sin embargo, la divisa se movería siempre dentro del rango que establecen las bandas cambiarias. Las autoridades del Banco Central trazan sus propias bandas cambiarias dentro del esquema fijado: esperan que el tipo de cambio se mueva entre $39 y $41.

En el Banco Central trazan sus propias bandas cambiarias dentro del esquema fijado: esperan que el tipo de cambio se mueva entre $39 y $41.

La tasa de Leliq operará según esta segunda banda. Si la divisa intenta treparla, la tasa sube; si cae, la baja. Operar en ese rango le da mayor margen de maniobra al BCRA que simplemente actuar en los polos de la banda original. Los economistas advierten, en tanto, diferencias entre las Lebacs y las Leliq súper rentables.

Como las letras de liquidez sólo pueden estar en manos de los bancos, el BCRA tiene herramientas para maniobrarlas. Ya que se contabilizan como encajes remunerados, cuando sube o baja la tasa de encaje, la autoridad monetaria obliga a los bancos a comprar o deshacerse de estos activos. En tanto, a la hora del desarme, que lo tendrá que encarar a comienzos del año que viene con el fin de bajar la tasa de interés y sepultar la recesión económica en pleno año electoral, contará con una mesa chica de banqueros en la que los asuntos son "charlados” y no tendrá que enfrentar la voracidad de los mercados, que siempre piden tasas mayores para no irse a dólares.

Los analistas advierten que, a este nivel de tasas y con esta política monetaria contractiva, la proyección de cambio nulo en el PBI resulta demasiado optimista.

Como contrapunto, las altas tasas de interés frenarán cualquier tipo de actividad económica. Los analistas advierten que, a este nivel de tasas y con esta política monetaria contractiva, la proyección de cambio nulo en el PBI resulta demasiado optimista. El motivo es sencillo: con ganancias cercanas al 70% anual, ¿qué banco se arriesgaría a otorgar un crédito?

El faltante de pesos en la economía que busca el BCRA en modo aspiradora podría generar que quienes atesoraron dólares salgan a vender. Con la divisa tan cara, los viajes y las compras al exterior caen. Las bandas de flotación establecen que el Central sólo saldría a comprar si el tipo de cambio cae por debajo de los $34. En ese sentido, Daniel Artana advierte que a Sandleris le hubiese convenido poner un piso más alto en la banda de flotación, ya que eso le permitiría acumular reservas.

De todos modos, la estrategia del Central contempla este punto. Como Sandleris quiere mantener la divisa en torno a los $40 y las bandas crecerán al ritmo de 3% mensual, la ilusión del titular de la entidad monetaria es que el piso se encuentre con un dólar poco volátil.