Los anuncios del Gobierno nacional en torno a las restricciones a la compra de dólares para atesoramiento y el impuesto a los gastos en el exterior sacudieron al mercado. Tras la conferencia de prensa del ministro de Economía, Martín Guzmán, el dólar blue exhibió un salto cambiario del 2%, las búsquedas de pasajes para volar al extranjero se multiplicaron y el riesgo país perforó la barrera de los 2.000 puntos básicos después de dos meses.

El Canciller se comunicó con los economistas Martín Kalos, de la consultora Elypsis, y Federico Moll, de Ecolatina, quienes brindaron precisiones sobre cómo estas medidas pueden influir, en el futuro cercano, en aristas que tienen impacto sobre el bolsillo de la población.

¿Cómo podría afectar a la inflación la implementación de los nuevos impuestos?

Martín Kalos: Nosotros realizamos una encuesta para 150 PyMes industriales, en la que les preguntamos cuánto impactaba el dólar blue en sus costos y en sus precios de venta. Para el 41,7% de las consultadas, esa variable incide en la determinación de sus precios, a pesar de que el impacto no sea estadísticamente visible. Y para el 17,9% la injerencia es alta. De todos modos, si bien el dólar blue tiene cierta influencia, no debería haber un impacto inflacionario tan grande.

Federico Moll: Aparece es la posibilidad de desinflar, o por lo menos se alinean incentivos en ese sentido. Con el congelamiento de 180 días anunciado, la desinflación no tendría un costo fiscal tan amplio. En el corto plazo, va a responder a la evolución del tipo de cambio y los salarios. Además el Gobierno tiene instrumentos para batallar. A través del cepo, que con el impuesto del 30% sobre el atesoramiento está aún más cerrado, y con el relativo control de las cúpulas sindicales, y, por consiguiente, de las paritarias. Detrás de eso tiene que haber un correlato en la política monetaria, pero en el corto plazo puede haber una reducción de la inflación. Entre 40% y 45% anual para 2020 lo vemos factible, y partiendo de un 54% en 2019, sería bastante.

¿Qué se puede esperar sobre la variación del dólar blue a partir de la alícuota del 30% para comprar el dólar oficial?

MK: Lo lógico es pensar que el billete informal llegue al precio del dólar oficial más el 30%. Es probable que termine en torno a eso en breve.

FM: Va a ir subiendo para acoplarse con el 30% extra que le impusieron a la divisa oficial. Puede tardar un poco más en llegar a ese valor. Dependerá de lo que pase con el esquema monetario, para saber si el 30% representa el piso del dólar o un nivel relativamente estable.

¿Qué pasará con los vuelos al exterior y las compras que se realicen en el extranjero antes de la aplicación del impuesto del 30%?

MK: En principio, es claro que lo que se busca gravar no es la compra con tarjeta de crédito, sino el cambio de divisas que necesitan hacer las entidades financieras para pagar esas compras.

FM: En el momento en que la Ley salga, se empieza a aplicar el cargo sobre el que realiza la compra. Respecto a los vuelos al exterior, en estos dos días puede aumentar un poco la demanda, pero tampoco se advierten incentivos para comprar un paquete que después vas a tener que abonar con un 30% extra en cada gasto del día a día. Es decir, se hace difícil vacacionar afuera más allá de si el vuelo es sacado con anterioridad o posterioridad a la puesta en vigencia de la ley.

¿Cuál es la implicancia de los anuncios de Guzmán en la baja del Riesgo País a menos de 2.000 puntos básicos tras dos meses?

MK: La suba de los bonos que lleva a la baja del Riesgo País tiene dos lecturas. Se podría ver como un avance de lo que se viene negociando con los acreedores de la deuda. Para ellos fue una buena señal este paquete de medidas, porque mejora el resultado fiscal y habla de un gobierno que tiene el compromiso de conseguir fondos para abonar sus pasivos. Sin descuidar sus compromisos políticos y la urgencia social que se vive en este contexto de crisis.

FM: Se priorizó la cuestión fiscal sobre cualquier otra cosa. Los gastos no aumentaron de forma considerable, los ingresos son cosas relativamente chicas pero pueden armar un colchón y Guzmán fue muy claro en la necesidad de contar con superávit primario. Da la sensación de que se va a hacer todo lo posible para pagar la deuda en el corto plazo, y de que la prioridad está en generar un camino fiscal que lleve al superávit. En ese marco, es razonable que el Riesgo País baje.