Las grandes marcas y empresas empiezan a sentir los embates de la tormenta y los efectos de la política económica del Gobierno. General Motors, Walmart y Freddo son los casos más recientes, que se suman a los de Carrefour y Extreme Gear, fabricante de Adidas.

Hoy se conoció que GM, fabricante de Chevrolet en Argentina, pondrá en marcha un plan de suspensiones rotativas a lo largo de cinco meses en su planta de Santa Fe, tras llegar a un acuerdo con el gremio SMATA que tendrá vigencia hasta el último día de enero. La medida implicará el funcionamiento de un turno en lugar de dos y, como contrapartida, los trabajadores percibirán el 70% de sus salarios.

La semana pasada, el shopping DOT empezó a sentir los efectos del cierre del hipermercado Walmart que estaba en la planta baja, que según fuentes de la empresa había perdido 40 millones de pesos el año pasado y este año acumulaba un rojo de $25 millones. El hiper era un dinamizador del consumo dentro del shopping y afectó al resto de los locales. la compañía también anunció que vendería 12 locales de Changomás, el mercado "de cercanía" del grupo, a su competidor Día%.

General Motors, Freddo y Walmart: tambalean los gigantes y peligran miles de puestos de trabajo

También se conoció, en los últimos días, el cierre de la cadena de heladerías Freddo, del grupo Pegasus (fundado por el exvicejefe de Gabinete, Mario Quintana). La compañía se desprende tanto de su fábrica, que ya vendió, como de sus sucursales (la mitad de las 40 totales eran propias) que "reconvertirán" todas en franquicias. El motivo: las ventas cayeron este año mucho más que en años anteriores, por efecto de la crisis y la aparición de nuevas heladerías premium.

General Motors, Freddo y Walmart: tambalean los gigantes y peligran miles de puestos de trabajo

A mediados de agosto, planta Extreme Gear, que producía para la marca Adidas en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría, cerró sus puertas y los dueños despidieron a los 50 trabajadores que quedaba, luego de haber despedido a 500 operarios en los últimos dos años.

El riesgo de otras grandes empresas

Este mes, la calificadora Fitch Rating advirtió que otras grandes empresas podrían ver afectada su solvencia por la devaluación del peso. Entre los sectores más expuestos, en base a la emisión de la deuda transfronteriza durante 2017, se encuentran servicios de energía y electricidad, alimentos, bebidas y tabaco, bienes raíces, así como materiales de construcción y la construcción, consignó el diario El Cronista la semana pasada.

Según el informe de Fitch, entre las empresas más expuestas están Mastellone Hermanos, dueño de la Serenísima, y Compañía Latinoamericana de Infraestructura y Servicios (CLISA), una de las empresas del Grupo Roggio. En ambos casos es porque "tienen, respectivamente, cerca de 100% y 60% de su deuda en dólares estadounidenses", aunque las empresas garantizaron la continuidad de sus operaciones en el mediano plazo.

También podrían verse afectadas compañías de Corporación América, de Eduardo Eurnekian, Arcor y Molinos Río de La Plata. Estas últimas dos empresas, junto con Mastellone acumularon fuertes pérdidas durante los primeros seis meses de este año, por algo más de 5.000 millones de pesos

En el caso de Corporación América, la calificadora la ubica entre las compañías "emisoras de energía" que, aunque "se benefician con la devaluación", podrían pasarla mal porque "se desconoce el nivel del aumento del precio de los hidrocarburos que se pasará a los usuarios finales".