Aunque la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió este domingo que la industria manufacturera pyme registró en enero un retroceso del 30% en la facturación del sector respecto del mismo mes de 2023, especialistas prevén que la actividad económica repuntará en la segunda mitad del año, siempre que el Gobierno cumpla sus objetivos fiscales.

Según la entidad empresaria, "el sector industrial está sintiendo fuerte el deterioro en el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador", a la vez que "la menor demanda de materias primas e insumos provocó que disminuyera considerablemente la cantidad de industrias que reportan problemas de reposición de stock".

En este marco, la consultora Outlier advirtió que "los primeros datos primarios de 2024 sugieren una continuidad de las caídas mensuales e interanuales para los principales sectores productores de bienes, lamentablemente no inesperada, con excepción de agropecuario, y del producto en general". Asimismo, señaló que la demanda continuará retraída hasta marzo debido a que "el ingreso real disponible está cayendo producto del proceso de ajuste de precios relativos por la vía inflacionaria y el ajuste fiscal".

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"Del lado de la oferta, sectores productores aun parecen encontrarse complicados en su dinamismo por el acceso restringido al mercado de cambios para el pago de importaciones y con márgenes de rentabilidad acotados en el caso de la exportación. En consecuencia, se espera un primer trimestre de 2024 con continuidad de la caída respecto del trimestre inmediatamente anterior e incluso respecto del mismo trimestre del año pasado", añadió la agencia de análisis.

A partir de abril se espera que se frene la caída con el aporte del campo, que permitiría el ingreso de dólares, aunque la recuperación del consumo y la inversión se daría recién desde julio. En este sentido, Outlier consideró que el repunte se cristalizaría en los últimos tres meses de 2024, siempre y cuando el Gobierno avance con la unificación cambiaria.

De no aplicarse esta medida, sus analistas consideraron que "el dinamismo de la oferta y la inversión seguirán acotados y en todo caso sería una recuperación anticipada, pero más lenta y menos sustentable, de los ingresos reales y el consumo".

Por su parte, en relación al aporte del campo previsto para el cuarto mes del año, la consultora Equilibra aseguró que "pese a que el impacto positivo de la producción agropecuaria comenzará a diluirse, las perspectivas de actividad para el segundo semestre son más auspiciosas". 

"Si el Ejecutivo consolida el ajuste fiscal y termina de ordenar los precios relativos sin atrasar en demasía el tipo de cambio real, es probable que comiencen a observarse brotes verdes hacia la primavera. Pero si la economía no termina de estabilizarse la recuperación sería ardua y lenta", señaló.

Sus analistas reconocieron que "sería deseable que en el segundo semestre haya una recuperación de la actividad en forma de ‘V’, pero para que ello suceda deberían sortearse satisfactoriamente múltiples obstáculos", por lo que advirtieron que el desarrollo de la actividad económica tiene una forma más parecida a una "U".

Pese a estas perspectivas, el presidente, Javier Milei, compartió en su cuenta de la red social X una publicación del subsecretario de prensa, Javier Lanari, quien aseguró que "en 2024 el superávit comercial alcanzaría los USD 16.670 millones", el cual "sería el mayor balance de la historia". "El saneamiento de la economía es con la recuperación de las exportaciones", indicó el funcionario en base a datos de DNI Consultores.