El poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones ya es el más bajo desde la crisis del 2001
Así lo estimó un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), en base a números publicados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
La inflación superior al 20% mensual repercute directamente sobre el poder adquisitivo y llevó a que la jubilación mínima en nuestro país alcance en febrero un valor real -en términos de capacidad de compra- inferior al registrado durante la crisis económica del 2001-2002, según reveló un estudio de un centro especializado en temas previsionales.
En un contexto en el que el Gobierno nacional anunció que logró superávit fiscal en enero, pero los problemas para el bolsillo de aquellos con menores ingresos persisten, el análisis del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) se basó en gran medida en la reducción real del gasto en jubilaciones y pensiones.
Esa disminución concreta se identifica como el factor más decisivo detrás del superávit financiero de 0,2% del PBI logrado en el primer mes del año. Esto implica que fue el factor que más pesó y que los adultos mayores fueron el sector que, hasta el momento, cargó con los mayores esfuerzos.
El análisis se basa en números publicados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) que muestran qué partidas explicaron el superávit en el mes, reportó la agencia Noticias Argentinas.
"Por un mayor retroceso en los gastos, básicamente vinculados con las prestaciones sociales (…), durante enero la Administración Nacional registró un superávit financiero 77,2% real superior al obtenido en el mismo mes del año anterior", explicó la OPC. Es por eso que el superávit primario, que no tiene en cuenta el pago de intereses, fue 105,2% superior al obtenido en 2023.
Por otra parte, los ingresos totales se contrajeron 1,3% en la comparación interanual, impulsados por las caídas de los recursos provenientes de la Seguridad Social y del Impuesto a las Ganancias, parcialmente compensadas por las subas en el Impuesto País y en los Derechos de Exportación.
Se debe tener también en cuenta que los gastos totales de la Administración Nacional registraron una caída real de 11,9% año a año el mes pasado y el recorte en los primarios llegó a 30,8% interanual.
Las jubilaciones y pensiones (-32,5% año a año), los programas sociales (-59,6%) y los gastos en personal (-18,0%) fueron los rubros que más contribuyeron a la reducción de los gastos. En los programas sociales influyó la ausencia de registro de algunos programas.
En conclusión y analizando estos datos, IDESA examinó la evolución del haber mínimo que refleja de mejor manera la movilidad de las jubilaciones con el correr del tiempo.
Según el informe, la jubilación mínima en 2002 fue de $83.078 a precios de diciembre de 2023. Esto significó trasladar el poder de compra del peso del último mes del año pasado a la situación hace 21 años para permitir comparaciones.
En contraste, el valor promedio a lo largo del 2023 ascendió a $127.858, ajustado por inflación. Sin embargo, en diciembre de 2023, la cifra descendió a $105.713, evidenciando un deterioro persistente en el poder de compra de las jubilaciones. Asumiendo una inflación aproximada del 20% en enero de 2024, el valor real de las jubilaciones en ese mes habría sido equivalente a $88.094 a precios de diciembre de 2023.
El informe de IDESA -considerado uno de los principales centros de investigación sobre asuntos previsionales- concluyó que, aunque el Ejecutivo ha demostrado tener ideas, carece de la pericia política y técnica necesaria para llevar a cabo estas reformas: "Como lo demuestran experiencias pasadas, el ajuste por licuación de jubilaciones lleva a dilapidar esfuerzos, tanto de la sociedad como del gobierno".