El Gobierno realizó este jueves a través del Tesoro el pago del primer vencimiento de bonos del año, por USD 4.360 millones, el mayor monto en tres años. Si bien impactó de forma negativa en las reservas, se espera por una reacción positiva de los mercados.

La obligación a cancelar fue una serie de bonos que fueron reestructurados en 2020 por Martín Guzmán, el entonces ministro de Economía del Gobierno de Alberto Fernández. Incluyó vencimientos de capital e intereses de Globales, emitidos bajo ley extranjera, y Bonares, por normativa argentina. 

Entre los Globales se encontraban los GE29, GE30, GE35, GE38, GE41 y GE46, denominados en euros, y los GD29, GD30, GD35, GD38 y GD41, en dólares, mientras que los Bonares son los AL29, AL30, AL35, AL38 y AL41.

"Las deudas se pagan. Viva la libertad carajo", celebró Javier Milei en su cuenta de X. En el mismo sentido, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, destacó: "Dicen que lo prometido es deuda…en este caso, PAGADA! Vamos Argentina!".

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Con el desembolso, las reservas netas del Banco Central quedaron en negativo por un valor mayor a los USD 5.000 millones, según lo reflejado por la mayoría de las consultoras privadas. 

A su vez, el Gobierno de Javier Milei deberá afrontar el pago de un nuevo vencimiento en julio, por un monto similar. Para esa cancelación se usarán los dólares que el Ejecutivo compró con el superávit fiscal, mientras que para el de mitad de año podría utilizarse lo que está depositado en el Central, que se mantiene en USD 6.009 millones.

A pesar de la fuerte baja en las reservas, se espera una buena reacción por parte de los mercados, debido a que el Gobierno podrá demostrar la capacidad de pago. Asimismo, el anuncio del crédito REPO de USD 1.000 millones, que significó el regreso al mercado de capitales, sumado al alza financiera, han generado que el Riesgo País llegara a su nivel más bajo desde 2018. 

La expectativa del oficialismo está en que el índice elaborado por la firma estadounidense JP Morgan registre un nuevo descenso en la semana, al mismo tiempo que espera una reinversión de parte de lo cobrado en nuevos bonos.