El Gobierno nacional inauguró este lunes en Córdoba la reversión del Gasoducto Norte, que permitirá transportar el gas natural de Vaca Muerta a siete provincias del norte del país y dejar de importarlo desde Bolivia.

Según estimaciones oficiales, la infraestructura -que sobrevivió a la motosierra de Javier Milei y fue presentada en medio de los reclamos de la oposición por la paralización de la obra pública- implicará un ahorro de más de USD 1.000 millones.

El ducto aportará cinco millones de metros cúbicos diarios de gas, con posibilidad de ampliarlo a otros cuatro millones en una segunda etapa, que llegarán a hogares, comercios y estaciones de servicio de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.

TE PODRÍA INTERESAR: Francos le apuntó al campo en un acto en Córdoba: "Vimos muchas silobolsas de gente que todavía no liquidó"

Durante la inauguración, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, destacó "todo el bienestar que se va a generar en todas las provincias del norte argentino que hasta ahora no estaban sujetas a tener el gas en las condiciones que lo van a tener ahora".

Asimismo, en alusión a la sustitución de la compra de fluido a Bolivia, subrayó: "Ya no vamos a hacer beneficencia con nadie, vamos a utilizar nuestro gas, que va a ser un tercio del valor del que veníamos importando hasta aquí". En este sentido, consideró que  "es una obra que es símbolo para la Argentina" y celebró el hecho de que "se haya hecho en tan poco tiempo".

Del acto, que tuvo lugar en la ciudad de La Carlota, en donde comienza el Gasoducto Norte, participaron también el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; el ministro de Economía, Luis Caputo; y los secretarios de Energía y de Coordinación de Energía y Minería, María Tettamanti y Daniel González, respectivamente.

Además, estuvieron el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora; la intendenta Natalia Bellón y las autoridades de las contratistas Pampa Energía, Techint y Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico (SACDE), entre otros.

En sintonía con Francos, el presidente de esta última, Damián Mindlin, aseguró que se trata de una "inauguración histórica" y precisó: "Le damos fin a un hecho sin sentido. La Argentina importó 20.000 millones de dólares de gas boliviano en los últimos 20 años, cuando podíamos abastecer el norte con el gas de Vaca Muerta, con trabajo argentino, con inversiones en nuestro país y sin dilapidar divisas".