Este jueves, el Gobierno oficializó el descongelamiento de dos impuestos a los combustibles, aunque estableció un cronograma escalonado a partir de marzo para evitar impactos inmediatos en los surtidores. Sin embargo, en las últimas horas los usuarios se acumulaban en las estaciones de servicio, donde -pese a esa decisión oficial- se registraban alzas en los precios de la nafta y el gasoil en este primer día de febrero.

Se trata de los tributos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que estaban "pisados" desde abril de 2021.

Tal como se publicó en el Boletín Oficial, el decreto 107/2024 explicó que los aumentos se darán de forma paulatina, en tres etapas. El primero de ellos será el 1° de marzo de 2024, correspondiente a los dos trimestres iniciales del calendario del 2023. La segunda suba será con respecto al tercero, por lo tanto, será el 1° de abril. Por último, el aumento del cuarto se dará el 1° de mayo

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"A través de diferentes normas se han ido difiriendo sucesivamente, hasta diversas fechas, los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos fijados en el primer párrafo del artículo 4°, en el inciso d) del artículo 7°, ambos del Capítulo I, y en el primer párrafo del artículo 11 del Capítulo II, todos ellos del Título III de la Ley N° 23.966, texto ordenado en 1998 y sus modificaciones, resultantes de las actualizaciones pertinentes, en los términos del 7° del Anexo del Decreto N° 501/18, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil", explicó el Gobierno en el texto de la medida. 

Más allá de la postergación de esta actualización, algunas petroleras en la Ciudad de Buenos Aires realizaron un ajuste en sus precios: el litro de nafta Súper pasó de $699 a $744 y la Premium, de $862 a $918, según indicaban algunas pizarras esta mañana; mientras que el gasoil Súper incrementó su valor de los $736 a $784, y el Premium,de $938 a $998.

Al parecer, estos aumentos no estarían ligados a la nueva medida oficial, sino que se relaciona con otro tipo de decisión de las petroleras y los comerciantes de nafta, entre quienes aparece la disyuntiva de beneficiarse de una recomposición de márgenes, pero a riesgo de seguir cediendo facturación. Según algunas estimaciones, la caída de ventas ronda el 15%, a partir de sucesivas subas en los últimos meses.

Alertados de la posible actualización, los consumidores se volcaron a cargar sus tanques en las últimas horas y se repitieron imágenes de colas en los surtidores, tal como sucedió el mes pasado y también antes de las elecciones presidenciales del año anterior, aunque en ese momento fue por la falta de abastecimiento.

A principios de enero, la nafta aumentó un 27% y acumuló un alza cercana al 80% en un mes

De esta manera, el litro de la nafta súper promediaba, hasta el miércoles 31 de enero, los $720 y la premium se vendía aproximadamente en $900 en la Capital Federal.