En el marco del Día de la Industria, Javier Milei fue el principal orador en un acto celebrado por la Unión Industrial Argentina (UIA) en el que el Presidente se vio cara a cara con los máximos empresarios del sector al que calificó de "adicto al Estado" durante "décadas. Tras efectuar un resumen de lo realizado hasta acá por su gobierno, cargó las tintas contra las administraciones anteriores: "Para proteger a la industria se le robó al campo".

En tanto, los empresarios, aunque "optimistas", reforzaron sus reclamos respecto de la "nivelación de la cancha" económica frente a la apertura al mercado mundial, la salida del cepo cambiario, el impuesto PAIS, el RIGI y la reforma laboral

El mandatario inició a las 12:25 su discurso en el evento que abrió cerca de las 10:30 el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, en la sede empresaria de Avenida de Mayo 1147.

"Para proteger a la industria se le robó al campo. Más de 100 años de insistir con esto arruinó nuestro potencial exportador", aseguró Milei en una de sus críticas a los realizado hasta su llegada a la Casa Rosada por las administraciones anteriores. Además, sostuvo que "esa protección lo único que generó es un sector industrial adicto al Estado". 

Fragmento del discurso de Javier Milei en el acto de la UIA.

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Siguiendo la misma línea, puntualizó: "La mejor política industrial es tener una buena política fiscal y monetaria". Y agregó que "solo si al conjunto de la sociedad le va bien le puede ir bien a la industria", en una metáfora invertida respecto de la que usó cuando habló ante la Sociedad Rural Argentina, cuando recordó que "si al campo le va bien, le va bien a la Argentina".

"Nosotros vinimos a reducir al Estado para mejorar la competitividad, a achicar al Estado para agrandar el bolsillo", finalizó ante los industriales, cuyo titular reclamó minutos antes políticas de desarrollo, certidumbre, baja de impuestos y corrección de "distorsiones y asimetrías" en su alocución. 

A la salida del evento, en diálogo con periodistas Funes de Rioja añadió: "Las preocupaciones las hemos transmitido y el Presidente reconoció el sacrificio que estamos haciendo".

Al ser consultado sobre cuál fue el planteo en relación con el fuerte desplome de la actividad industrial en los últimos meses, indicó que "se da lo que el contexto conlleva" y precisó: "La caída industrial es heterogénea, no ha habido en la industria tanta muerte de empresas, ni tanto impacto en empleo. Hubiéramos preferido que no hubiera ninguno, pero somos optimistas. La industria tiene que ser un vector del desarrollo".

Puntualmente, se mostró satisfecho con la afirmación presidencial de que "sólo cuando estén dadas las condiciones se va a dar una apertura" a los mercados internacionales y recalcó que le pidió "nivelación de la cancha" y "que la apertura al mundo también tenga en cuenta las asimetrías que también tenemos".

A mediados de agosto, se desarrolló una reunión en la que la Unión Industrial expresó su necesidad para apurar las definiciones sobre una "ley pyme", es decir, una especie de versión "mini" del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que surgió como idea entre los especialistas de la entidad fabril y que el Gobierno parece haber tomado en cuenta. Según trascendió, ha puesto el tema en consideración de otras cámaras empresarias antes de presentar un proyecto consensuado en el Congreso de la Nación. 

La intensión de las pequeñas y medianas empresas es que el tratamiento impositivo, cambiario y aduanero que tienen las compañías al ingresar al RIGI, también tengan una correspondencia en el caso de inversiones menores a los USD 200.000.

El evento de este mediodía, en tanto, se llevó a cabo luego de que el Ejecutivo oficializara horas antes la reducción del impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) a las importaciones, cuyo porcentaje bajó del 17,5% al 7,5%, a través del decreto 779/2024, publicado en el Boletín Oficial. La medida tiene como finalidad reducir los costos que pesan sobre los productos e insumos que provienen del exterior y cuyo efecto se refleja en el nivel general de precios.

La merma de 10 puntos porcentuales del gravamen sobre todo beneficiará a los importadores, quienes accederán a la compra de dólares a un tipo de cambio próximo a los $1.020, desde alrededor de $1.115 actuales, teniendo en cuenta el precio mayorista del billete verde, la devaluación del 2% mensual y el 7,5% del impuesto PAIS.