A pocos días de un vencimiento de deuda por USD 1.300 millones, Luis Caputo viajará a Washington, Estados Unidos, para reunirse con funcionarios del FMI, mientras busca financiamiento del organismo y de fondos extranjeros por USD 15.000 millones para acelerar la salida del cepo cambiario, prevista para mitad de año.

Tras recibir la semana pasada al director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, Rodrigo Valdés, encargado de supervisar el acuerdo con Argentina, el ministro de Economía acudirá a las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, que se celebrarán desde el lunes 15 de abril hasta el domingo 20, cuando se espera que podría retomar las conversaciones para negociar un nuevo acuerdo.

Según un consultor que estuvo presente en la reunión con Valdés, el Fondo ve demasiado bajo el nivel de tasas, una medida que le permite a Economía seguir licuando ingresos y ahorros en pesos, y profundiza la recesión.

En este sentido, el funcionario del FMI no solo pidió "calibrar" en forma adecuada los controles cambiarios, apoyar a los segmentos más vulnerables de la población ante la magnitud del recorte del gasto y avanzar en un ajuste de "calidad". Según fuentes al tanto de las conversaciones, el chileno también vino a evaluar la posibilidad de un nuevo financiamiento, algo que está en veremos.

La economía argentina se encuentra en un momento bisagra, marcada por la expectativa en el ingreso de dólares de la cosecha gruesa en los próximos 15 o 20 días y por la finalización del Bopreal, un bono diseñado para importadores que buscan regularizar sus deudas en dólares.

Según los cálculos del JP Morgan, esas restricciones permitieron al Banco Central comprar USD 11.000 millones y reducir las reservas netas negativas a USD 5.000 millones (descontando los pagos del Bopreal en los próximos 12 meses).

En el horizonte más inmediato, Caputo tiene pendiente revisar las tasas y avanzar en el desarme del cepo. El Ministro se comprometió con el FMI a presentar una nueva política monetaria a fines de abril y "resetear" las restricciones cambiarias en junio. 

El titular de Economía respondió a los reclamos de Valdés con el anuncio de una nueva fórmula jubilatoria y descartó una salida inminente del cepo, pese a las presiones de exportadores, fondos comunes de inversión y empresas de servicios. 

El objetivo del gobierno es seguir acumulando reservas y bajando la inflación, una tendencia que en marzo se complicará pese a la "licuadora", el golpe a los bolsillos y el ancla sobre el dólar.