Donald Trump podría levantar los proyectos de infraestructura de participación pública privada (PPP) del Gobierno argentino. Nuevamente la Casa Rosada podría apadrinar el proyecto de Mauricio Macri, en un año clave y con la imagen más baja según las encuestas.

El presidente de Estados Unidos fue clave para que Argentina logre obtener el préstamo de u$s 57 mil millones del Fondo Monetario Internacional que preside Christine Lagarde, la mujer que busca reivindicar el organismo multilateral al que le adjudican la generación de varias económicas en los últimos 60 años. La obra pública quieta por la incertidumbre financiera y por el golpe local de la causa de los cuadernos de las coimas hacen que el Gobierno necesite un nuevo salvataje para sobrevivir a las urnas.

El Gobierno busca financiar los proyectos PPP con fideicomisos del OPIC, aportes del BID y transferencias de Donald Trump.

Trump, que también está en los niveles de aprobación más bajos de su gestión -apenas por encima de los 30 puntos-, inyectaría dólares en la Argentina para realizar los proyectos en modalidad PPP, sedados por las causas antes mencionadas. A los dólares del gobierno de EE. UU. podrían sumarse los de otras fuentes de financiamiento provenientes del país anglosajón. Uno de esos financistas sería el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de una de sus ramas con mayor caja: el BID Invest.

Los proyectos bajo modalidad PPP surgieron para apuntalar el desarrollo de la obra pública en el año electoral sin incrementar el gasto público, ya que el punto clave del acuerdo con el FMI, el déficit cero, dejaba al Poder Ejecutivo sin dinero para cortar lazos mientras se organizaba el despliegue de las urnas. Criticados por una parte importante de la oposición, que sostiene que los PPP han fracasado en todo el mundo, casi mueren antes de nacer por la causa de los cuadernos de las coimas, las súpertasas de interés del Banco Central y las corridas del dólar, ingredientes que aportaron al escenario cargado de incertidumbre del presente.

Los proyectos PPP pasaron de la cartera de Rogelio Frigerio -quien evalúa la posibilidad de lanzarse por la candidatura del BID cuando termine el mandato de Macri- a la de Marcos Peña. Aunque parecería que fue otra forma de darle poder a la mano derecha de Macri, desde el ministerio de Interior remarcaban en su momento que sacarse de encima esos proyectos, que ya daban varias señales de fracaso, era un alivio. Quien se encargó de buscar el financiamiento fue el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien dijo en un encuentro con la prensa que la Compañía de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC) analizaba crear un fideicomiso para aportar u$s 6.000 millones en proyectos de corredores viales de la modalidad PPP.

Sin dar montos, el ministro de Transporte destacó la alta intencionalidad del gobierno de Trump en aportar financiamiento para los proyectos argentinos. El Poder Ejecutivo quiere mostrar que es el único capaz de conseguir espaldarazos constantes de la principal potencia mundial. La receta con la que el oficialismo buscará la reelección de Macri incluye el financiamiento de los proyectos PPP, el control del precio del dólar y una campaña basada en la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico.