La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) detectó que la Tabacalera Sarandí, manejada por el empresario Pablo Otero -conocido como el "Señor del Tabaco"- había implementado una maniobra para vender cigarrillos sin pagar impuestos y penalizó a la compañía.

De acuerdo a documentos oficiales a los que accedió Clarín, la firma "distorsionó" entre octubre y diciembre de 2024 la información que debe entregar al organismo sobre la cantidad de estampillas que recibió y pegó en cada paquete de sus productos.

Esos sellos sirven como instrumentos de control y trazabilidad que la ARCA utiliza para poder cobrar los tributos sobre cada atado que se comercializa. Por este motivo, cada tabacalera debe detallar al finalizar el mes si utilizó todos los que recibió, si sobraron y/o si hubo alguna dañada.

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Se trata de un trámite obligatorio que sirve para llevar un registro y rastreo de las ventas y, si no se cumple, puede generar alertas que desencadenen sanciones contra la empresa infractora, como disminuir la entrega de estampillas, en el caso de Tabacalera Sarandí.

En el documento citado por Clarín, la entidad oficial advirtió que "desde octubre 2024 hasta diciembre 2024 se detectó que el contribuyente distorsionó los Instrumentos Fiscales de Control Físicos Digitales (IFCFD)" y detalló: "No son coincidentes las existencias de origen de IFCFD en un mes con las existencias finales de IFCFD del mes inmediato anterior. No se reportan correctamente los IFCFD que recibe, que utiliza ni los que tiene inutilizados por desperfectos producidos en la producción".

"A partir de lo expuesto y como resultado de la verificación permanente en planta que se desarrolla en la compañía, se detectó de manera temprana una distorsión en las cantidades de estampillas informadas y por tal motivo, sólo se le entregó el 10% (15,6 millones) de las que pidió (un total de 148,8 millones) entre octubre y diciembre del 2024", precisó el organismo sobre la sanción aplicada.

La sospecha de la agencia es que Tabacalera Sarandí modificaba los datos para quedarse con estampillas extra y así poder producir cigarrillos que se venderían sin pagar impuestos, ya que todas las empresas del sector deben pagar un 73% sobre el precio de venta declarado.

Antes de la sanción de la Ley Bases, el tributo era del 70% y el "Señor del Tabaco" no lo abonaba desde 2018 debido a una serie de medidas cautelares que obtuvo, además de asegurar que era inconstitucional, por lo que acumula una deuda de USD 5.000 millones.