El dólar estadounidense alcanzó un nuevo pico y perforó los 23 pesos. En tanto, para evitar una corrida cambiaria aún más grande, el Banco Central volvió a subir la tasa de referencia en el cierre de la jornada del jueves. Sin embargo, con un crecimiento tan acelerado del precio de la divisa extranjera, las expectativas de inflación más optimistas se ubican por encima del 20%, cinco puntos arriba de la meta inflacionaria y el techo de paritarias que fijó Cambiemos a la hora de negociar con los gremios.

Clima de incertidumbre


La incertidumbre por el precio de la divisa pegó también dentro de la alianza gobernante. La diputada nacional Elisa Carrió, "preocupada” por la inflación y la corrida, remarcó que se reunirá mañana con el presidente Mauricio Macri. El jueves, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, salió a calmar las aguas y aseguró que la situación "está controlada”.

Mientras tanto, la revista Forbes lanzó una nota lapidaria para el mercado argentino en la arena internacional. La publicación asegura  a los inversores que "es hora” de "salir corriendo de Argentina”. Sumado a la aumento de la tasa por parte del Tesoro de Estados Unidos, la incertidumbre del contexto llama a todos a dolarizar sus activos y escapar de los activos en pesos.

La colisión interna


En la política monetaria, la posta la sigue llevando el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quien, con su ADN del Instituto Tecnológico de Massachusetts, apuesta a los elementos ortodoxos para ahogar los intentos de fuga de la divisa extranjera. Subió la tasa de interés dos veces esta semana y dejó en claro que lo volverá a hacer si es necesario.

La victoria moral de Sturzenegger complicó la estabilidad del Gobierno. En diciembre de 2017, el presidente del BCRA dejó que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tome el control y, con la conformación de un equipo económico que hoy parece actuar por separado, anunciaron la flexibilización de la meta inflacionaria y, con eso, una disminución paulatina de la tasa de referencia.

El resultado fue contundente: la nueva meta inflacionaria, cinco puntos superior a la vieja, apunta a ser devorada -con optimismo- en los primeros tres trimestres del año. El Relevamiento de Expectativas del Mercado -que publica el Banco Central- estima una inflación de 22 puntos para el 2018. Sin embargo, el paper está atrasado y fue hecho con el dólar más cercano a $21 que $23.

El Relevamiento de Expectativas del Mercado -que publica el Banco Central- estima una inflación de 22 puntos para el 2018


El ministro de Energía, Juan José Aranguren, había fijado los precios de los servicios con un dólar situado en los $20. Fue en ese valor en el que se estimó que no habría más aumentos en las boletas más allá de la inflación. Con el dólar a $23, las tarifas deberían volver a equilibrarse, pero el costo político no puede ser derrochado.

En la misma línea, el crecimiendo del precio del dólar preocupó a los tomadores de créditos, principalmente los hipotecarios. Según una nota de LaNación, comprar un departamento de 2 ambientes es 260 mil pesos más caro que hace 10 días.

Si bien es probable que el oficialismo ya tenga en mente algún nombre para sustituir a Sturzenegger, el presidente del Banco Central jugará a fondo el tiempo que le permitan permanecer en ese sillón. Superada la batalla interna con Marcos Peña, el economista y ex profesor de Harvard intentará doblegar una corrida cambiaria que amenaza con el fantasma de una crisis económica o, al menos, despierta la incertidumbre en un 2019 que hace unos meses parecía escrito.