Luego de una semana llena de incertidumbre por corrida cambiaria, el Banco Central utilizó todas sus herramientas para calmar a la divisa extranjera y, en el cierre del viernes, logró frenar la sacudida y hacerla retroceder hacia los $22,28. El Gobierno mandó un mensaje fuerte a los mercados internacionales: "Si hay que ir al shock para frenar la inflación, lo vamos a hacer”. Las miradas nacionales e internacionales, en medio de la tormenta económica, apuntan al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

El dólar, que había perforado el techo de los $23, retrocedió a $22,28 en la última rueda

De las tres unidades que componían el equipo económico de Cambiemos hacia diciembre de 2017, cuando los titulares de la jefatura de Gabinete, el Banco Central y el ministerio de Hacienda dieron a conocer la nueva meta inflacionaria, sólo los últimos dos comparten ahora el timón de la economía argentina.  La jefatura de Gabinete insistió en diciembre a través del vicejefe de Gabinete Mario Quintana en que ya era hora de bajar la tasa de interés. En ese sentido, creían que con una meta de inflación de 15% las cosas estaban controladas. La mitad de la meta fue devorada en un trimestre y es probable que, para la otra mitad, no haga falta esperar hasta mucho más allá de septiembre. Aunque el Gobierno sostuvo este viernes que la meta no cambiará, el peso de una una inflación posiblemente superior al 20% recaerá sobre los hombros del tándem de Hacienda y el Central.

Ahora, con los inversores internacionales anunciando su salida de Argentina -debido, en gran parte, a la suba de la tasa de interés por parte del Tesoro de los Estados Unidos- el Banco Central llevó su tasa de referencia a 40% y logró fortalecer el interés por las Lebacs, al menos parcialmente. Pese a las buenas señales que llegaron el viernes, en Casa Rosada no bajan la guardia y esperarán a ver qué pasa el lunes con el dólar.

En sintonía al Banco Central actuó el otro gran protagonista que tendrá la economía argentina en los próximos meses, Nicolás Dujovne. El ministro de Hacienda anunció que la meta de déficit fiscal de este año será de 2,7% en lugar del 3,2% proyectado. "Nuestra política está orientada a llevar tranquilidad”, aseguró Dujovne en la conferencia de prensa. El recorte golpeará en seco a la obra pública: se estiman unos 30 mil millones de pesos para achicar el gasto. El presidente Mauricio Macri respaldó al titular de Hacienda y le pidió que no escuche los rumores.

"Nuestra política está orientada a llevar tranquilidad”

Según los números difundidos a mediados de abril, el déficit primario acumulado en el primer trimestre de 2018 ascendió a $31.011 millones, un total equivalente al 0,3% del PBI (la meta era del 0,6%). "El resultado del primer trimestre nos ha mostrado que está funcionando nuestra política de contención de gasto", insistió el ministro de Hacienda. . En el futuro inmediato, Sturzenegger se encargará de controlar la emisión monetaria y el valor del dólar; Dujovne, por su parte, estará enfocado en el gasto público y la reducción del déficit. La tarea en conjunto será controlar la inflación, una de las principales promesas de campaña de Macri que, con 30 mil millones menos para la obra pública, dejará su 2019 en manos de los índices macroeconómicos.