Vélez jugó este sábado en el José Amalfitani un partido casi perfecto, minimizó a un inexpresivo River y se llevó una resonante victoria por 2-0 en la tercera fecha de la Zona A de la Copa de la Liga, que le permite mirar con algo más de optimismo su complicada situación en la tabla de posiciones. El equipo de Martín Demichelis repitió sus flojas actuaciones como visitante, condición en la que ganó solo uno de sus últimos 13 encuentros.

El conjunto que dirige Sebastián Méndez ganó el encuentro de punta a punta, con una gran concentración para achicar defensivamente y para ganar cada uno de los duelos individuales que se plantearon en un primer tiempo en el que, si bien no generó muchas situaciones de gol, siempre dejó la sensación de estar más cerca del arco contrario que su oponente.

River no pateó al arco de Gastón Gómez en la primera parte, en la que no hicieron pie ni Enzo Pérez ni Agustín Palavecino. El equipo lució partido, inconexo y dependiente de los intentos individuales por las bandas de Facundo Colidio, muy limitado por la raya, y de Pablo Solari.

A los 22 minutos, un notable pase de 70 metros de Lautaro Giannetti le permitió a Claudio Aquino orientar el balón con un gran control y disparar un potente derechazo que dejó sin chances a Franco Armani tras desviarse en Santiago Simón

Era justo a esa altura el 1 a 0 porque Vélez, incluso sin sobrarle demasiado, era más por actitud y juego colectivo, ante un River que no ofrecía respuestas.

En la segunda parte, las distancias se profundizaron. Lejos de replegarse y de sufrir el desgaste físico, el equipo local siguió presionando a River, le dobló las marcas todo el tiempo y le hizo sentir el rigor de su intensidad para disputar cada pelota.

Demichelis apeló a los ingresos de Esequiel Barco, Ignacio Fernández y del venezolano Salomón Rondón por Palavecino, Solari y el colombiano Miguel Borja a pocos minutos de comenzada la etapa final, pero en el minuto 60 el uruguayo Nicolás De la Cruz cometió un error en la salida y Santiago Castro le robó la pelota, se acomodó hacia la medialuna y batió a Armani con un tiro bajo a su izquierda que estableció el 2 a 0. Antes, el arquero de River había negado el festejo a Aquino y a Braian Romero con dos grandes atajadas.

Con más vergüenza que buen juego, River se le fue encima a Vélez durante algunos minutos, pero allí surgió la figura de “Chila” Gómez para manotear por arriba del travesaño un disparo de Barco, el primero del conjunto millonario en todo el partido, y para desviar luego otro a Simón.

Pero fue apenas un espejismo. Con la ventaja más amplia, los del “Gallego” Méndez no cesaron en su presión, mantuvieron la concentración y la solidez en defensa, con un Giannetti impasable, y se llevaron un triunfazo bajo un diluvio en Liniers.