La Fiscalía de eventos deportivos a cargo de Celsa Ramírez imputó al gerente de seguridad de River (Daniel Rojas), al director ejecutivo del Comité de Seguridad en el Fútbol de la Ciudad (Guillermo Madero) y a la empresa privada contratada por el club (Tech Security) por la muerte del hincha Pablo Serrano, quien cayó al vacío desde la tribuna Sívori alta durante un partido en junio pasado.

Las imputaciones fueron pedidas también por la familia de la víctima, a través de una presentación realizada por la abogada Paula Peralta en representación de sus hijas.

En la acusación, la fiscal Ramírez apuntó contra el Comité de Seguridad del Fútbol porque consideró que no se tuvieron en cuenta los resguardos correspondientes para evitar el hecho, al cual le precedieron situaciones similares en el mismo sector del estadio. 

La tribuna Sívori estuvo clausurada por algunos días, pero finalmente la Fiscalía volvió a habilitarla. En tanto, River debía adoptar ciertas medidas como ubicar más personal de seguridad, cartelería y la voz del estadio como efecto disuasivo para que no se repita este tipo de incidente. 

La investigación se basó en las imágenes de las cámaras de seguridad del estadio. Los vídeos revelaron que Serrano intentó sostenerse de las banderas mientras caía y que su intención, aparentemente, era sentarse en la baranda, como otros aficionados lo estaban haciendo en ese momento.