Torneo Apertura: un agónico cabezazo de Montiel le dio a un discreto River la victoria por 1 a 0 ante Instituto de Córdoba
"Cachete" marcó el único tanto del equipo de Gallardo a los 89 minutos. En el conjunto millonario, que jugó mal, se produjo el regreso oficial de Driussi, quien ingresó en la segunda parte por Colidio.
Con un gol de cabeza en el minuto 89 de Gonzalo Montiel, un flojo River venció este miércoles por 1 a 0 a Instituto de Córdoba en el debut como local del equipo de Marcelo Gallardo en el Torneo Apertura. La gran noticia para sus hinchas fue el regreso oficial de Sebastián Driussi, quien en la segunda parte ingresó por Facundo Colidio.
El conjunto de Núñez jugó un discretísimo partido en el estadio Monumental, que logró destrabar con un córner que el chileno Paulo Díaz cabeceó al palo. El rebote lo tomó "Cachete", quien sentenció el resultado definitivo.
Fue flojísimo lo de River en el primer tiempo. El equipo cordobés, como el sábado pasado había hecho Platense, le tapó la salida a Enzo Pérez, mantuvo a raya los movimientos de Manuel Lanzini y le controló la subida de los laterales, sobre todo a Gonzalo Montiel.
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Con esos argumentos, la Gloria jugó la primera etapa que quería y hasta marcó un gol, por medio de Facundo Suárez a los 6 minutos, que Yael Falcón Pérez anuló por posición adelantada, ratificada por el VAR.
Miguel Borja también anotó el suyo a los 32, pero otra vez el árbitro intervino para anular la jugada por offside del colombiano.
La cara de Gallardo -que minutos después debió reemplazar por lesión a Maximiliano Meza por Santiago Simón- fue un síntoma de un River indolente, falto de juego y muy poco conectado con el partido.
Dos cambios realizó el "Muñeco" en el entretiempo: ingresaron los chilenos Gonzalo Tapia y Díaz por Giuliano Galoppo y Germán Pezzella.
En un complemento muy chato, el exdelantero de Universidad Católica tuvo el 1 a 0 a los 51 minutos, de la misma manera que Alex Luna a los 59. Allí apareció Franco Armani para evitar el gol del equipo de Alta Córdoba.
Cuando el partido languidecía y era todo decepción, apareció Montiel y a cobrar. Y todo el estadio celebró.