Schwartzman, "gigante" en el Roland Garros
El apodo para Diego Schwartzman debe hacerse a un lado. Es que el Peque fue gigante por un rato en el Roland Garros. Perdía dos sets a cero con el sudafricano Kevin Anderson y el horizonte asomaba algo oscuro: pero sacó el orgullo propio y remontó un partidazo: fue 1-6, 2-6, 7-5, 7-6 (0) y 6-2.
El argentino la pasó realmente mal durante los dos primeros parciales, al verse ampliamente superado por el tenista africano, que metía todo lo que se proponía y armaba su juego a gusto. Incómodo, el Peque no hacía pie y se encaminaba a una derrota en tierra parisina.
Sin embargo, el tercer set fue el principio del fin de la felicidad de Anderson, que debió enterrar todas sus precisiones y se sometió a un tenis altísimo de Schwartzman, envalentonado por los buenos golpes efectivos que le abrían la puerta del partido otra vez.
De a poco, el juego empezó a encaminarse a gusto del joven argentino y el africano emepzó a errar cada vez más, permitiendo los quiebres efectivos en momentos clave para que los siguientes parciales fueran todos del tenista nacional.
¿Ahora? Ni más ni menos que Rafa Nadal. Sí, la próxima prueba de fuego para el Peque será ante el máximo favorito a ganar el torneo, en los cuartos de final del certamen que se juega sobre polvo de ladrillo.
Peque fue gigante por un rato y, fiel a su estilo, no se conforma con una victoria resonante en París. Va por más. ¿Hará historia ante Rafa?