El caso Larrondo y las lesiones eternas en el fútbol
Hay jugadores que parecen estar destinados a tener una carrera marcada por lesiones. La respuesta no está al alcance de ningún sabio. No se trata de brujerías ni nada por el estilo, pero sí puede acercarse un poco más a la psicología del jugar. Al momento que atraviese cada uno.
El caso de Larrondo despierta un sinfín de especulaciones. Lo cierto es que el delantero de River se resintió nuevamente y estará un buen tiempo afuera de las canchas. Sufrió un edema óseo en términos médicos, pero la dolencia va más allá de lo físico.
La situación de Fernando Gago es otro buen ejemplo de los jugadores que no logran escapar de las lesiones. El mediocampista de Boca nunca logró sacarse de encima el karma de sus problemas físicos. Hace algunos meses volvió a resentirse y deberá esperar hasta abril o mayo (según avance su recuperación) para volver a las canchas.
En San Lorenzo, por ejemplo, un verdadero emblema como Leandro Romagnoli tuvo que cargar toda su carrera con las lesiones. Una rodilla, después la otra. Y la realidad le indicó que debía saber “convivir” con las dolencias y resignarse a saber que en cualquier momento “puede volver a pasar”.
¿Quién puede explicar los motivos de los futbolistas que caen constantemente en su “propia trampa”? Nadie, al menos fuera del vocabulario médico que lograría rápidamente encontrar una explicación. Pero la situación que deben atravesar algunos jugadores debe resumirse en una “mala racha” de la que pocos logran salir.