River le pegó una “buena piña” al “equipo sensación”. Un 2 a 0 a Racing que huele bien: Armani, como figura estelar, y el Muñeco, con la delicadeza de un cirujano, metiendo mano en el momento justo, fueron las claves. Las mismas con las que se le ganó a Boca.

“¿Cómo se puede calificar la actuación de Armani?”, es la segunda pregunta de la conferencia exprés en los pasillos del Cilindro. Gallardo piensa. Esboza un “eeeehhh...” porque sabe manejar el suspenso. Después de atajarle, entre otras, dos tremendas a Zaracho, Gallardo podría haber dicho “10”. Hubiese dicho 9 u 8 para ser modesto. “Es un arquero... eeehhh... de selección”. Anuló todas las repreguntas que apuntaban ahí, mientras el arquero del Millonario explotaba como primera tendencia en Twitter y, durante el partido, todas las cámaras enfocaban a Sampaoli cada vez que Armani brillaba.

El trajín del empate con Independiente Santa Fe por Copa Libertadores del jueves pasado pudo habérsele notado sobretodo a Ponzio, Pity y Nacho Fernández. El primer tiempo de River fue bajo, y el segundo, en remontada, con la suerte de que, para Racing, la cosa se dio al revés: empezó bien y se fue apagando. 

Armani y Gallardo: una victoria con sabor a Boca

El técnico apareció cuando tuvo que aparecer: metió a Borré y al pibe Palacios y, contra todos los pronósticos, hicieron un gol cada uno y liquidaron el asunto. Maidana y Pinola se las ingeniaron, sabiendo que tenían una parada difícil con Lautaro, la estrella de fútbol argentino, por la que el DT de la Selección ya tiene hace rato alquilado un palco en el Cilindro de Avellaneda, aunque anoche Armani le robó el protagonismo.

A Quintero le falta solidez. Para sorpresa de él y de todos, es muy aplaudido por los hinchas cuando la voz del estadio enumera la formación en el Monumental, con todo el condimento de Maluma como agregado divertido de la línea de cal para afuera. 

Todavía no se adaptó al fútbol argentino: en un afán por hacer de las suyas -que son lindas cuando salen bien-, perdió pelotas peligrosas frente a un rival que no perdona y con el marcador abierto. Será por eso que Gallardo no lo elige como titular. Quedó claro que mucho no hay que cuestionar las decisiones del DT, ¿no?

Pasado pisado en la Superliga. Parece que después de Boca, River no hace más papelones. Gallardo no la quiere mirar por Fox y, aunque no depende cien por ciento de River, muere por clasificarse a la Libertadores 2019. Mientras tanto, está en zona de clasificación a la Sudamericana. Llovieron flores del “Chacho” Coudet para Armani, con la frescura que lo caracteriza, y Gallardo también le tiró un palito a Sampaoli, que ahora es presionado por el clamor popular y por, según admitió Chiqui Tapia, su posible sucesor.