Argentina hizo historia este martes en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, al vencer por 1 a 0 a Brasil y quitarle el histórico invicto de 65 partidos como local en las Eliminatorias sudamericanas. Un gol “passarelliano” de Nicolás Otamendi, de cabeza a los 62 minutos, dio el triunfo a la Scaloneta, líder absoluto del torneo tras disputarse seis fechas, con 15 puntos. El equipo local terminó con un hombre menos por la expulsión del delantero Joelinton a los 81.

El encuentro empezó con media hora de retraso por una violenta agresión de la Policía brasileña a los hinchas argentinos que estaban en la tribuna, en momentos en que se entonaban los himnos. Liderados por Lionel Messi, los futbolistas de la Albiceleste se retiraron del campo de juego y recién regresaron cuando los incidentes se disiparon y se dieron garantías.

El duelo en los primeros 45 minutos fue trabado, hablado y sumamente cortado, con infracciones permanentes de ambos lados, a tal punto que el árbitro chileno Piero Maza debió amonestar a cuatro jugadores: Cristian “Cuti” Romero, de Argentina, y Rapinha, Gabriel Jesus y Carlos Augusto, de Brasil.

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A los dirigidos por Lionel Scaloni les costó mucho hilvanar juego ofensivo debido a la presión y a las faltas constantes de la Selección brasileña, y casi no inquietaron a Alisson.

A la media hora de juego, a Messi se le cargó el aductor de la pierna derecha, salió unos momentos para ser masajeado y lo mismo hizo a los 41 minutos.

Tres minutos después, Brasil tuvo la mejor ocasión para abrir el marcador, pero el remate desde afuera del área de Gabriel Martinelli fue despejado casi en la línea de gol por Romero.

Nicolás Otamendi, de cabeza, estableció el 1 a 0 para Argentina. (Video: X de la Televisión Pública)

Los de Fernando Diniz mantuvieron su dominio en el segundo tiempo y a poco estuvieron de marcar el 1 a 0 apenas comenzado, con un centro peligrosísimo de Bruno Guimaraes que pasó por delante de Emiliano Martínez sin que nadie pudiese conectarlo y poco después con dos mano a mano de Raphina y Gabriel Martinelli que tapó “Dibu”.

Argentina, con Messi disminuido físicamente, tuvo cinco minutos favorables, en los que sumó toques e intentos de profundidad, y en ese contexto llegó a los 62 el golazo de Otamendi, de cabeza, tras un córner ejecutado desde la izquierda por Giovani Lo Celso.

El gol agrandó a la Albiceleste y desconectó a Brasil, que entró en el nerviosismo, el descontrol de sus jugadores y la desazón de sus hinchas, que comenzaron a abandonar el Maracaná cuando Joelinton vio la roja por un golpe a Rodrígo De Paul.

Messi salió a los 75 minutos, Scaloni apeló a los cambios para dar aire al equipo argentino y Brasil se consumió en su propia impotencia.