Las declaraciones del ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, quien admitió que cobró dinero negro de empresarios, complicaron la situación de la ex mandataria. En tanto, su nombre aparece varias veces entre los escritos del ex chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, quien dejó registradas las maniobras de recaudación de sobornos y aportes para las campañas electorales del kirchnerismo.

En tanto, las confesiones de Carlos Wagner también generan problemas para la dirigente política. El empresario arrepentido admitió que devolvían al kirchnerismo hasta un 20% del costo de las obras públicas.